Dídac recoge el guante y Darder vuelve a exhibirlo
Más pruebas, 4-1-4-1 y dominio del Espanyol ante un Burnley ‘B’
Bastante polvareda había levantado la no emisión televisiva del encuentro en Turf Moor, entre una afición perica ávida de seguir las evoluciones del conjunto de Rubi. Una expectación radicalmente distinta a la que se vivía en Burnley, con un estadio semivacío, el club anunciando en pleno partido un fichaje de 17 millones de euros (Ben Gibson) y, sobre todo, Sean Dyche alineando a un equipo repleto de jugadores de la academia. Solo Hendrick había tenido minutos el jueves, ante el Aberdeen, en la segunda ronda de la Europa League, que de hecho es el motivo ese desinterés por el amistoso: están inmersos en su vuelta a Europa tras cinco décadas.
De ahí que la casa de apuestas colindante con Turf Moor diera como claro favorito al Espanyol, por cuya victoria se pagaba 20 veces menos que la del Burnley. El dominio existió, pero no a esa distancia. Era otro día de pruebas para Rubi, esta vez con un 4-1-4-1 en balance defensivo, en el que hacía de pivote Roca (debutante en esta pretemporada) y formaba por la derecha Sergio García, que en ataque se iba para dentro, habilitando las subidas de Dídac.
El lateral, titular por ahora indiscutible tras la salida de Aarón, tuvo la primera del Espanyol a las manos del portero. Muy atentas las defensas, primero impidió David López (en su primer partido tras haber renovado) una acción clara de McNeil y después Long cortó la conexión entre Borja y Sergio García. Otra cosa era el balon parado: tuvo el 0-1 Hermoso pero desvió con la punta de los dedos Legzdins, y replicó Long, también de cabeza. Al meta ‘claret’ se le multiplicó la faena con un tiro de Javi López desde lejos. Y todo ello, como viene siendo habitual, con Darder como maestro de ceremonias, pases al espacio y casi operador para que pudiera ser televisado.
Aunque quien acaparó los focos, en una reanudación sin cambios, fue Dídac, que culminaba en gol una acción colectiva que venía de los pies de Hernán y Borja. El paraguayo, seguido no con cámara sino con lupa por su futuro incierto, tuvo el 0-2 en un chut que rozó el palo. Si tuviera de control todo lo que tiene de potencia, sería un virtuoso. Como lo es Sergio García, quien también merodeó el gol por la escuadra. La réplica fue de McNeil, que puso a prueba a Roberto.
Empezaban los cambios, mediada la segunda parte, Duarte se situaba de pivote y Javi López en banda izquierda, pero faltaba la sentencia. Y la anotó, cómo no, el artista principal de la pretemporada, un Darder que a tres minutos del final establecía el 0-2 en un chut seco, raso, potente desde la frontal. El ‘Darderismo’. O lo que es lo mismo, pleno de victorias: cuatro.