De la Biblia de ‘Grizi’ al libro que escribirá el futbolista 60 en la ‘Common Goal’

Grizi. Hay una explicación de por qué noviembre suele ser bache en Griezmann. Está en su libro Detrás de una sonrisa (Martínez Roca). “Lejos de los míos, el desgarro era absoluto. En noviembre los días se acortaban. Cada año, en esa época, sufría una pequeña depresión”. Hoy que su casa son Erika y Mia le sigue pasando. A los goles les cuesta salir de su bota en noviembre. Desde que está en el Atleti, el que más hizo fue el de 2015. Cuatro.

Atleti. El verano acabó, aunque se siga llamando verano. Su fin lo marca el fútbol, el inicio de Liga. De puntillas se presentará septiembre, el sorteo de Champions. Pronto será noviembre, el frío. Lo que venía, la del VAR, está aquí. Lo que darán sus estrellas no se sabe. Lo que dieron puede encontrarse en las librerías. “El fútbol sin la palabra es poca cosa” que dice Valdano. El libro de Grizi debe ser Biblia para un rojiblanco. Como El arte de la guerra (Al Poste), de Fran Guillén, para conocer a Costa, o el Creer (Timun Mas), último del Cholo. Uno los lee y les toca, a ellos, las personas.

Cracks. A Benzema nadie le cuenta como José Luis Guerrero en La clase en el área (Al Poste). Vidal llega con uno bajo el brazo, Su historia, de Nicolás Olea (eBook). De Messi hay más de veinte. Su nombre no está, sin embargo, en el libro de fútbol del año en España: Todo lo que ganamos cuando lo perdimos todo (Plaza y Janés). Firma Eduardo Verdú, cuenta la historia, real, de Lutz Eigendorf, futbolista que saltó el Muro en 1974; quema.

Top. Para Simon Critchley, filósofo, “el fútbol es la religión más antigua del mundo”. Sus mandamientos los concentra en un libro que es increíble, En qué pensamos cuando pensamos en fútbol (Sexto Piso). José Galán, Magallanes del balón al que Paloma ha dicho sí, siempre dice que un día escribirá su historia. Sus once países y ligas, de León a Qatar. La Common Goal llenará varios capítulos. Es el futbolista 60 en unirse al proyecto de Juan Mata.

Common Goal. Sólo busca ayudar a través del fútbol. Es movimiento, más que asociación. Propuso Mata, siguieron Hummels, Chiellini; Megan Rapione, Alex Morgan: donan un 1% de su sueldo para apadrinar 125 asociaciones en el mundo que buscan mejorar la vida, con la pelota como excusa. Suma ya 450.000 euros que ayudan mucho. Galán hoy contará en sus redes que es el último en sumarse. Ese momento en el que Marina quizá esté cogiendo un AVE sin vuelta a Sevilla.

Y sin leer aquel libro que le presté, Hermano de hielo (Alpha Decay), de Alicia Kopf, un inolvidable en mi vida. Igual que Piscinas Vacías (Alfaguara), de Laura Ferrero.