AS (Catalunya)

Herrada cambia de rojo

Es el nuevo líder con 3:22 Ganó Geniez Hoy, La Camperona

- JUAN GUTIÉRREZ

EI Movistar rehusó suplir el trabajo del Mitchelton por segundo día consecutiv­o. Sí se asomó a la cabeza, pero no lo hizo con el mismo ahínco del miércoles, cuando evitó que un peligroso gallo, Thibaut Pinot, se enfundara el maillot rojo de Simon Yates. Las consecuenc­ias fueron las esperadas. El equipo australian­o no tiró con la intensidad apropiada, la fuga acumuló una ventaja por encima de los 11 minutos y la Vuelta tiene nuevo líder: Jesús Herrada, manchego de Mota del Cuervo, de 28 años, doble campeón de España en 2013 y 2017, recienteme­nte cuarto en el Europeo y vigente corredor del Cofidis. Un buen ciclista. Ya veremos si algún aspirante no se arrepiente de su juego de póquer.

Herrada partió de Mondoñedo desde la 22ª plaza, a 5:45 de Yates. La escapada estaba cantada, como correspond­e a estos terrenos de toboganes gallegos. Evidenteme­nte, el manchego lo sabía. Y quería jugar sus bazas por el triunfo de etapa, nunca por el liderato. El regalo se lo encontró por el camino y lo aceptó gustoso: el maillot rojo, con 3:22 de renta. Hasta que no faltaban 50 kilómetros, el Movistar no dio un paso al frente. Pero no pisó con la fuerza y la convicción que el día previo. Al fin y al cabo, Herrada ha corrido siete temporadas en sus filas. Es amigo. Y, en teoría, no debería permanecer de líder después del tríptico astur-leonés, que arranca hoy en La Camperona. En teoría...

A esta aventura se apuntó un invitado excepciona­l, un ganador de la Vuelta, el Giro y el Tour. Ahí estaba Vincenzo Nibali, el Tiburón, que llegó a la carrera convalecie­nte de una fractura de vértebra que se produjo en Francia. El italiano no arrancó con un golpe de pedalada que le permitiera pujar por la general, pero sí con la ilusión de acumular kilómetros y de coger ritmo para el Mundial de Innsbruck. De paso, Nibali quiere dejar alguna dentellada en el palmarés de la Vuelta. Cada vez está más cerca.

La fuga también albergó al único gallego del pelotón: Pablo Torres Muiño, un coruñés de Cambre, de 30 años. Torres tenía marcada esta fecha desde la salida de Málaga. Y cumplió su palabra. El Burgos-BH prolonga así su belicosa actuación, igual que Mikel Bizkarra, del Euskadi-Murias, escapado durante dos días consecutiv­os. Antes de comenzar la Vuelta había dudas sobre la actuación de estos dos equipos debutantes. Ya están todas despejadas. El Caja Rural, con Jonathan Lastra y Lluís Mas, aportó los dos españoles restantes. En total: cinco.

Ninguno de ellos pudo entrar en el grupo definitivo que se jugó la victoria. A falta de 20 kilómetros se formó un corte con ocho corredores, buenos rastreador­es de esos momentos en los que las etapas se transforma­n en clásicas. Herrada no sólo perdió así una oportunida­d de luchar por el triunfo, sino también la posibilida­d de haber aumentado su ventaja en 2:32 minutos más.

Otro triplete. Herrada cambió en el podio el maillot rojo del Cofidis por el maillot rojo de líder. Y compartió la gloria de la jornada con Alexandre Geniez, vencedor en Estaca de Bares, el punto más septentrio­nal de la Península Ibérica. Este francés de 30 años, actualment­e en el Ag2r, le tiene tomado el pulso a la Vuelta, donde ya había ganado dos etapas en Ézaro 2016 y Peyragudes 2013. Después del triplete de Alessandro de Marchi, hubo un nuevo triplete de otro ‘Alejandro’: Geniez. La Vuelta engancha. Quien la prueba, repite.

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 ??  ?? AL FRENTE. Jesús Herrada trabajó duro en la escapada para ampliar diferencia­s con el pelotón... y se llevó su premio: maillot rojo como líder de la Vuelta de 2018.
AL FRENTE. Jesús Herrada trabajó duro en la escapada para ampliar diferencia­s con el pelotón... y se llevó su premio: maillot rojo como líder de la Vuelta de 2018.
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