Cuando el río suena, agua lleva
Hace ya unos días que arrecian ciertos rumores acerca de un posible cambio de propietario en el club. Algo puede estar moviéndose en el horizonte, máxime cuando en el pasado, todo movimiento de dicha índole era radicalmente desmentido. Lo cierto es que las expectativas de Mr. Chen con nuestro querido Espanyol no han salido tal y como el mandamás asiático quería, tanto a nivel deportivo como económico. Sigo pensando, que en circunstancias como la concurrente, como diría el sabio refranero, “cuando el río suena agua lleva”, es decir, que seguramente haya algo de cierto en toda esta historia de la posible venta de la entidad. Una historia que por vez primera no es desmentida de forma tajante sino a la que precisamente se le pone una cifra inalcanzable de venta, que puede suponer un punto de partida para conocer el interés de posibles compradores.
El Espanyol necesita revitalizarse y vuelve a vivir —como así le ha sucedido en un pasado reciente— en un periodo de letargo generalizado del cual sólo algunos movimientos, como la llegada de Rubi, enarbolan un panorama algo alentador. El club perico no puede vivir en la impasibilidad y a la expectativa de lo que dictamine el gobierno chino con las inversiones en el exterior. Son dos ritmos absolutamente incompatibles y parece que Chen se ha dado cuenta de a la velocidad que transita la ilusin en el Espanyol. Ahora toca reaccionar y buscar alternativas o vender a otro inversor que tenga un plan estratégico real para relanzar a una entidad que lo demanda a gritos.