El Espanyol, condenado a entenderse con el balón
Los tres rivales de la semana más intensa le ganaron la posesión y dieron más pases. El Rayo es el que le ha superado en más facetas
En una plantilla relativamente corta, y con un equipo titular que venía siendo bastante definido, la disputa de tres partidos en solo siete días (sábado, martes y viernes) puede suponer un pequeño quebradero de cabeza. Y más en un equipo aún en fase de asimilar conceptos que requieren tanta concentración como el fútbol asociativo, y a la vez sólido, que requiere Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’. La prueba es que, en los siete días más intensos de esta temporada, el Espanyol se distanció del balón.
Llegaban los pericos al Bernabéu con un promedio del 55,02 por ciento de la posesión en las cuatro anteriores jornadas, que cayó no solo ante el Real Madrid como podría ser lógico (hasta un 35,2%), sino también contra Eibar y Rayo Vallecano, hasta situarse en este tramo en un 42,9 por ciento. Los tres rivales superaron también al Espanyol en facetas como los pases (que han pasado de 441 a 400 por partido) y los centros al área (de 21 a 14). También en disparos ha bajado el rendimiento el Espanyol (de 17 por encuentro contra Celta, Valencia, Alavés y Levante a diez la última semana), aunque en este apartado sí superaron los pericos a Eibar y Rayo.
En Vallecas, precisamente, es donde más ha sufrido el equipo de Rubi, pues se vio superado en muchas facetas del juego: posesión, duelos ganados, precisión de tiro, disparos desde fuera del área, pases, precisión de pase, entradas y centros, principalmente.
Afortunadamente, este alejamiento del balón, fruto de la fatiga física y mental, del rival o también por la búsqueda de transiciones más rápidas u otros recursos, no se ha notado en exceso en los resultados, ni ha desviado al Espanyol de un camino que tiene clarísimo.
Las causas
Pesaron la fatiga física y mental, los rivales, y se buscaron otros recursos