Un inicio con dudas
Eusebio mejora los números de Machín en el arranque liguero pero el equipo es incapaz de definir su identidad
Tenemos que definir mejor nuestra propuesta”. Esta frase, pronunciada por Eusebio al término del último duelo ante el Eibar, resume a la perfección cuál es el problema al que se enfrenta este Girona. El equipo, que se ha mostrado demasiado débil en Montilivi, no ha cuajado un mal arranque de campeonato (acumulan nueve puntos en ocho jornadas) pero tampoco han disipado las dudas que planeaban sobre la plantilla antes de empezar la Liga: a día de hoy nadie se atreve a pronosticar qué sistema utilizará Eusebio en el próximo partido.
Para poner la situación en perspectiva, el equipo ha sumado tres puntos más que en el arranque liguero del curso pasado, con Machín en el banquillo, en el que tan solo acumularon seis puntos en las primeras ocho jornadas de campeonato. Además, este curso se han enfrentado ya contra varios de los rivales más fuertes de la categoría (como Barça o Madrid) por lo que el botín de puntos es aún más satisfactorio. Y es que nadie en Girona está preocupado con el rendimiento del equipo a nivel individual ni con el trabajo de Eusebio, todo lo contrario, pero sí hay cierto desconcierto con el estilo del equipo. El 3-5-2 heredado y el 4-3-3 que propone Eusebio se han mezclado hasta la fecha (incluso en el mismo partido) dejando a ratos una imagen de un equipo poco reconocible.
Hasta el momento Eusebio ha apostado por un 4-3-3 cuando se ha enfrentado a rivales
Jugadores “Queremos que lo tengan todo más claro, que estén cómodos”
teóricamente inferiores al Girona (como Valladolid o Huesca) y por el contrario ha apostado por el esquema de tres centrales cuando se ha medido a equipos poderosos. También, como en Huesca, cuando se adelantaron en el marcador. Una manera de “protegerse” mejor ante equipos con potencial ofensivo temible, y que ha dado los mejores resultados al equipo: la victoria ante el Villarreal o el empate ante el Barça en el Camp Nou han llegado con defensa de tres.
El propio Eusebio es consciente de que este cambio de sistema cuesta de asimilar a unos jugadores que llevaban años jugando de una determinada manera, pero el tiempo en el fútbol nunca sobra: “Todavía nos falta un poquito para acabar de convencer a los jugadores del camino que queremos seguir. Queremos que los jugadores lo tengan todo más claro sobre el terreno de juego, se sientan más cómodos y con más solidez”, comentó Eusebio en la última rueda de prensa. El equipo, que no volverá a jugar hasta el lunes 22 ante la Real Sociedad en Anoeta, tiene ahora dos semanas para acabar de ensamblar todas las piezas del nuevo proyecto.