‘Viktoria’ agónica
Ni goleada ni triunfo terapéutico. Con la que está cayendo, lo mejor es que se quedaron en la mochila los tres puntos. Los octavos de final, pese a todo, están mucho más cerca.
Qué sufrimiento. Les aseguro que el ambiente de los alrededores del Bernabéu, en las horas previas al partido, era el de las noches de Champions. Muchas peñas llegadas desde todos los puntos cardinales de la piel de toro, muchas ganas de cantar goles y convencimiento de que ante lo buenos checos del Viktoria iba a caer una goleada terapéutica. Pero cuando uno está en la rodada, lo normal es que todo se desvanezca. Como decía Calderón de la Barca, al final los sueños, sueños son. No estamos para fiestas ni para organizar una barra libre. No hay happy hour, no hay ganas de reír sin coser primero las heridas. Encima, Marcelo cayó lesionado con una entrada horripilante de Ubong Ekpai, al que le salió gratis rebañar el tobillo derecho del brasileño. Acabar con 2-1 y atrincherados con diez en torno a Keylor no era el plan. Por eso se entiende la pitada final, que no era unidireccional. No crean que era sólo contra Lopetegui. Era la pitada del hastío, del “estamos cansados de sufrir tanto”. Entre tanto, el punto de cordura lo puso Butragueño, que se quedó parado en el área como hacía en sus tiempos de futbolista genialoide. Preguntado por Mónica Marchante cerró los debates destituidores con una declaración sin fisuras: “Lopetegui estará el domingo en el Camp Nou con normalidad”.
Factor Keylor. Con todo, el Madrid ha conquistado tres puntos necesarios y determinantes. Un pinchazo habría puesto en peligro la clasificación para octavos. Es lo que hay cuando estás malito. De hecho, es el primer triunfo desde el 1-0 al Espanyol del pasado 22 de septiembre. ¡Un mes sin olerlo! Por eso merece ser resaltada la gran parada que hizo Keylor en la jugada previa al 1-0 de Karim. El tico está en su salsa en la Champions. Ha ganado las tres últimas Orejonas con él de titular y se siente fuerte en esta nueva posición de meritorio. A Courtois le pesan los guantes, a Keylor le hacen volar con valentía. Ya avisó el tico: “Tengo mucha fe en mí y venga quién venga va a tener que sudar mucho para quitarme el puesto. Yo no me rendiré jamás”. Un ganador nato. Un portero digno para defender la guarida del Madrid.
Pajarito. Decisión de entrenador. Julen estará nervioso y tenso, lógico tras una racha de malos resultados que era tan alarmante, pero tuvo la valentía de sacar al uruguayo Valverde en lugar de Isco con el partido abierto. Era un cambio antipopular, pero el Pajarito revertió las dudas con su participación en la jugada del 2-0. El chico es canchero (como buen charrúa) y no le quemó la pelota en ningún momento. Él y Benzema fueron las notas más alegres de una noche llena de sombras...
Un respiro. El triunfo va por Paco Ortúñez (un señor) y su nieto César, por Alberto de la peña de Peralta, por Mariano de la Peña Ciudad de México, Manolo de Eurodís de Picanya, Francisco Torrijos de la Peña ‘Mi Buen Amigo’ de Burujón, y las peñas Calatayud Merengue y ‘Alberto Vitoria’ de Soria. Y no me olvido de mi amigo Toñín ‘El Torero’. Por primera vez en muchos años no pudo llevar su capote al Bernabéu para su cita con la Champions. Su salud le dio ayer un susto y tuvo que seguir el partido, comiéndose las uñas, en su casa escuchando
El Carrusel tras haber pasado el día en el hospital. Pero él es como el Madrid. Una roca. Ya está mejor y pronto le veremos dejarse los pulmones por su Madrid, nuestro Madrid. Y ahora a tomar el Camp Nou. Con orgullo y con grandeza. Ha llegado la hora de los valientes...