Amor-odio hacia el VAR
Al Espanyol le ha beneficiado en dos ocasiones y perjudicado en cinco
La tecnología del VAR no es (aún) perfecta, pero ayuda. Y, al menos, disminuye las injusticias. Tal es la premisa de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ sobre el empleo del videoarbitraje, que diez jornadas después de su implantación mantiene una relación de amor-odio con el Espanyol, club ya pionero en su uso.
No en vano, del conjunto perico fue el primer gol concedido por el VAR en la historia de LaLiga, el 1-0 de Esteban Granero en la segunda jornada, ante el Valencia, en un lanzamiento de falta en que solo por vídeo se pudo ver que el balón cruzaba la línea de meta. Un tanto que abrió el camino de la victoria. También favorable al Espanyol fue la segunda intervención del VAR, una semana más tarde, en Mendizorroza, al señalarse desde la sala de máquinas un penalti sobre David López que Iglesias Villanueva no había detectado sobre el terreno de juego. El 0-1.
Sin embargo, en ese mismo encuentro, nada más iniciarse la segunda parte, anotaba Sergio García el 0-2 pero el colegiado, a instancias del VAR, revisaba la acción y anulaba el tanto al entender que existía un fuera de juego posicional de Borja Iglesias. Lo peor es que el equipo de Rubi quedó tan aturdido que en apenas un par de minutos se pasó del anulado 0-2 al 2-1 final.
Mucho menos opinable fue la siguiente intervención, en el Real Madrid-Espanyol, cuando el VAR corrigió un gol mal anulado a Marco Asensio por un inexistente fuera de juego, que a la postre dio la victoria a los blancos. Tampoco fue discutible, en los instantes finales del Rayo Vallecano-Espanyol, un penalti favorable a los pericos que indicó Alberola Rojas, en el que el VAR le hizo ver que Hernán Pérez había caído a una distancia considerable del área.
Y, aunque no fue determinante para el resultado final, el VAR ratificó ante el Villarreal a De Burgos Bengoetxea al conceder el gol de Toko Ekambi, a pesar de que en las repeticiones parecía incurrir en fuera de juego. En los ‘offside’ que no entró fue en el presunto 0-2 de Víctor Sánchez en Huesca ni en los dos señalados a Borja Iglesias en Valladolid, uno de ellos situado en campo propio. Sí participó el VAR en una amarilla a Dídac Vilà en El Alcoraz.
En líneas generales, el VAR ha quitado algo más de lo que ha dado al Espanyol (cinco en contra, dos a favor), si bien es cierto que el videoarbitraje no actúa en determinadas acciones, como los córners inexistentes que precedieron sendos goles pericos, ante el Alavés (el saque de esquina precedió al penalti) y contra el Eibar, un tanto que sí dio la victoria.
Histórico Granero anotó el primer gol de LaLiga concedido por el VAR
Por pulir Discutibles fueron el gol anulado en Vitoria y el del Villarreal sí ratificado