“No sería sorpresa repetir aquella Copa de 2006”

Ante el Cádiz “Déjame un día de gloria, Ferran’, le dije a Coro para tirar un penalti”

Rubi y su virtud “Es su gestión y la capacidad de abarcarlo todo. Su intención es brutal”

Los líderes

“Pochettino era el líder y tenía la voz. Tamudo hablaba con goles”

Se retiró en 2016 y emprendió un proyecto llamado Aktua Liderazgo para formar a técnicos y jugadores. En la Copa 2006, fue el héroe ante el Cádiz en cuartos.

Cádiz. Copa del Rey. ¿Le suena?

—Sí, la Copa de 2006. Recuerdo que en el Carranza tuvimos suerte (0-2). En la vuelta marqué los dos goles. El segundo fue de penalti. Le pedí lanzarlo a Corominas. Le dije: ‘Déjame un día de gloria, Ferran’.

—Un camino que acabó con el título. ¿El curso fue volcánico en el vestuario?

—Había comunión, aunque no fue plácido. Lopo, Jarque y Moisés eran conciliadores y se preocupaban por las relaciones en el vestuario. Pochettino era un líder, mientras que Tamudo, De la Peña y Luis García tiraban del carro.

—Usted es experto en liderazgo. ¿Cómo eran aquellos líderes?

—Pochettino era el líder. No era capitán, pero él era así, desde siempre. Tenía voz. Pero Tamudo era lo contrario. Se desentendía, porque él creía que lo que le tocaba era rendir el campo. Él daba goles, y lo hacía de forma indiscutible. Me parece admirable. Jarque y Moisés empujaban, eran conciliadores.

—Un curso que acabó con el gol de Coro...

—Eso se queda para siempre, la emoción fue única y es una de las fotografías de mi carrera.

—Usted conoce bien a Rubi, con quien coincidió en Girona. Destaque su principal virtud... —Lo que admiro de Rubi no es su trabajo, el acierto de sus análisis o la preparación de partidos o entrenamientos… La gran virtud es la gestión y la capacidad de abarcarlo todo. Su intención es brutal. No toma decisiones drásticas que afectan negativamente al grupo. Se desenvuelve bien a largo plazo. Es una maravilla. —En su caso y en la de otros técnicos con esa facilidad, ¿es intuitivo o adquirido? —La mayoría de entrenadores solo están formados en habilidades futbolísticas. No creen importante otras. Pongo un ejemplo de Rubi. Cuando un jugador fallaba, Rubi destacaba el acierto de otro. Así el fallo pasaba desapercibido. El que falla, inconscientemente, no le da tanta importancia. Tiene la sensibilidad de ponerse en la piel de la gente, y eso yo lo he estudiado en los cursos. Pero él no, aunque le echaba dedicación. Le sale así —¿Este Espanyol puede tener mal de altura?

—Hay que quitarle hierro al error y saber qué habrá un punto en el que puede haber una decaída. Pero la clave es dónde pones el foco. Y tienes que ponerlo en lo positivo. A lo mejor esta temporada es el comienzo de un todo.

—¿Qué papel juegan los veteranos en un vestuario?

—Su compromiso arrastra a otros compañeros. Que estén contentos es una ventaja. —¿Este Espanyol puede repetir su camino en 2006 en la Copa?

—No sería una sorpresa. La Copa es una competición que muchos clubes la tienen por si acaso… Veo al Espanyol con jugadores que, en un tiempo, pueden estar en equipos aún más grandes. Además, hay comunión. Es difícil que las cosas no vayan bien. El Espanyol puede hacer cosas importantes.