La victoria más amplia del Madrid en Tel Aviv
Ayón y 14 puntos seguidos de Carroll destrozaron al Maccabi
El Madrid arrasó al campeón israelí en el segundo cuarto. Logró un parcial de 6-29 con Ayón y Carroll descomunales. La máxima ventaja tocó los 30 puntos (48-78) y el +21 final es el triunfo blanco más amplio de siempre en la cancha del Maccabi.
Hubo un tiempo no muy lejano en el que el Maccabi era la envidia de la Europa de la canasta. Ganaba y jugaba de maravilla. Un campeón deslumbrante que levantó dos Euroligas seguidas en 2004 y 2005 con Jasikevicius, Anthony Parker y Vujcic a los mandos. De esa fiebre amarilla solo quedan los trofeos y las ganas de vencer de su hinchada, siempre ahí, detrás de los suyos, aunque a veces, como ayer, provoquen aflicción. Aquel Maccabi majestuoso es hoy este Madrid. Y quizá este Maccabi sea a ratos aquel Madrid. Los blancos salieron aplaudidos del barrio de Yad Eliyahu, como en los setenta lo hicieron Corbalán, Brabender y compañía. El duelo más repetido entre la vieja Copa de Europa y la nueva Euroliga: 34-23 para el Real.
El resultado al inicio (15-12) decía una cosa y las sensaciones otra. El plan de partido de Laso era bueno, tenía pinta de funcionar. Lo iba a hacer. Daba igual que Spahija volcara el juego sobre O’Bryant para castigar a Tavares porque sus tiradores naufragaron (1 de 14 de tres al descanso). El dedo roto de Wilbekin y la baja de Tarik Black tampoco ayudaron.
El Madrid estaba bien plantado: sólido, seguro... y pronto abrió la caja de los truenos que destruyó a su eterno adversario. La entrada de Ayón asentó la defensa y dinamizó el ataque, qué visión de juego desde el poste. En 12 minutos, hasta el descanso, agrupó 7 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias para 21 de valoración. El Titán provocó el oleaje que anegó la estructura local mientras Carroll surfeaba en la cresta de la ola: 14 puntos consecutivos (cuatro triples y una canasta) en menos de cinco minutos. Una nueva exhibición de Boom Boom, el mejor triplista universitario de este siglo. Y parcial grosero para el orgullo macabeo: 0-16. Si retrocedemos algo más: 2-21 y 6-29 para pasar del 15-12 al 21-41. Buena labor de Campazzo, Rudy, Reyes...
El show debía continuar en la reanudación. Jarrearon triples con Llull como punta de lanza (4 de 4 entonces y 14 tantos). Randolph también andaba de fiesta (3 de 4) y Tavares ahora sí era infranqueable. Descendió del cielo otro parcial mazazo: 0-13. La máxima tocó los 30 (48-78) y la diferencia definitiva quedó en solo 21 (66-87) tras un triple de Caloiaro para aliviar la vergüenza, aunque no lo suficiente. Porque fue la victoria más abultada de siempre del Madrid en Tel Aviv. La anterior, 95-114, databa de la temporada 1974-75. Ya ha llovido, casi tanto como la que le cayó ayer encima al Maccabi.