AS (Catalunya)

Hamilton logra el plan de ser “como Senna”

El pentacampe­ón británico ya recibe el nivel de reconocimi­ento que la leyenda brasileña, a la que idolatra, en los libros de historia de F1. En las estadístic­as le superó hace tiempo

- M. FRANCO

Preciosa, ¿dónde la has comprado?”. Lewis Hamilton y una camiseta de Ayrton Senna antes de una entrevista que se alargó

por ese detalle. “Sólo quería ser como Ayrton, siempre he

querido acercarme a él”, suele decir el pentacampe­ón británico. Pero lo cierto es que, al menos en la estadístic­a, el inglés de Mercedes hace ya tiempo que superó a la leyenda brasileña. Y ahora podemos decir que come en la misma mesa que el paulista, también en cuanto a reconocimi­ento. Y es que, si bien es cierto que Michael Schumacher sigue siendo el mejor de siempre para los números, no son pocos los que consideran a Senna como el más grande de la historia, el de mayor talento puro. Y ahora, con su quinto título, hay quien empieza a ver a Hamilton en ese lugar imaginario.

Senna perdió la vida en 1994 con 34 años y hasta entonces había ganado en 1988, 1990 y 1991, siempre con McLaren y Honda. Pero a partir de ahí no contó con los mejores coches. En 1992 fue cuarto con el equipo de Woking y en 1993 segundo tras su excompañer­o Alain Prost, que llevaba ya un Williams Renault que volaba. Sin embargo, un año después el brasileño fichó por ese equipo y el monoplaza no era el mismo, sobre todo al principio, y ese coche firmado por Newey convirtió a la persona en mito. ¿Qué hubiera pasado si Senna hubiese sobrevivid­o? Probableme­nte hubiera ganado su cuarto título ese año, recordemos que lo perdió Damon Hill en la última carrera y ganó Schumacher por un único punto. Ya con el cuarto no es improbable pensar en el quinto de Ayrton, pero… Después llegaría Schumacher y sus cinco títulos seguidos con Ferrari tras los dos con Benetton.

Ahora Hamilton ya tiene cinco. Senna se fue con tres títulos, 41 victorias, 65 poles, 80 podios… en once temporadas, pero no siempre tuvo el coche, de hecho empezó desde muy abajo. Lewis lleva cinco mundiales, 71 victorias, 81 poles y 132 podios en 12 campañas, pero casi siempre tuvo el coche. “Siempre recuerdo a Ayrton corriendo y venciendo. Siempre que llego y corro aquí realmente siento su presencia, es algo extraño”, reconoce el británico. Y es que si el brasileño veía a Dios en Spa-Francorcha­mps, Lewis mira a Senna en Interlagos. En Brasil, dicen que no es algo muy diferente…

“Siempre que corro en Interlagos siento la presencia de Ayrton”, afirma Lewis

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