AS (Catalunya)

Victoria balsámica el día que Solari exhibió la herida abierta con Isco

- ELÍAS ISRAEL @elias_israel

El marginado. En el mejor partido de la presente temporada, ante la misma Roma pero en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid dio un recital de fútbol con un sinfín de ocasiones. Sólo cuando Isco Alarcón, al filo del descanso, dibujó un golazo de falta, el Madrid se liberó y fraguó una sonada goleada. Para Lopetegui, el Madrid eran Isco y diez más. Julen le llegó a decir que su apendiciti­s era también la suya. Algo se nos debe estar escapando para que un futbolista como el malagueño, bandera también para la España de Luis Enrique, no entre ni en la convocator­ia en Roma. El agravio comparativ­o con el rendimient­o de Bale, más allá del gol, o de Varane es demasiado flagrante. Su desgana, si la hubo, en Eibar no fue mayor a la del resto del equipo. En el universo de Solari, la no convocator­ia es el toque de atención llevado al extremo y en el universo de Isco es casi una invitación a pensar en la posibilida­d de marcharse.

El fulgor Bale. La diferencia del partido estuvo en que Under no aprovechó el regalo del Madrid y el galés sí supo sacar petróleo del clamoroso error de Fazio. Un minuto después pudo coronarse en una galopada de las suyas, pero le pegó al suelo en la picada en su gran especialid­ad. A partir del gol, el Madrid, con campo abierto, debió hacer sangre a la contra, pero tampoco está para muchos trotes goleadores.

El fallo de Under. Puede que la victoria del Plzen en Moscú bajase las pulsacione­s del partido y las necesidade­s de los dos primeros del grupo, pero la sensación es que estamos ante un Madrid transitori­o, donde sus jugadores más fiables, véase Carvajal, cometen errores de infantiles, donde no hay control de partido, ni manejo de los tiempos. Marcelo personific­a la falta de intensidad. Si Benzema no enciende la lámpara no hay quien ilumine la escena. El clamoroso fallo de Under, carne de meme, al filo del descanso fue el principio del fin de la Roma.

El factor Courtois. El portero belga del Real Madrid, ya asentado como titular, dio otra vez un buen nivel en Roma, parando todo lo parable y dejando la portería a cero. La confianza es el motor del futbolista. El principal beneficiad­o de la llegada de Solari ha sido el portero belga y el principal perjudicad­o, Isco. La balsámica victoria deja una herida abierta…

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