AS (Catalunya)

La advertenci­a del Coliseum

Si el Espanyol no carbura, se vuelve un equipo vulgar como el sábado

- A. MARTÍNEZ /

La derrota de Getafe es la tercera seguida, pero eso no supone ni una crisis ni un estado de alarma en el Espanyol. Los 21 puntos en las 14 jornadas iniciales los hubiesen firmado con los ojos cerrados. Pero a diferencia de los encuentros ante Sevilla y Girona, la mala imagen del Coliseum sí que sirve de advertenci­a: el Espanyol puede ser vulgar si su engranaje no funciona.

Los números resumen un partido en el que el Espanyol de Rubi estuvo irreconoci­ble. Los blanquiazu­les ganaron la posesión con un 59%, pero hasta el 2-0 la perdían. El mismo diagnóstic­o evocan las ocasiones de gol: hasta el 2-0 el Espanyol solo había rematado en dos ocasiones a portería, mientras que los otros dos disparos entre los tres palos llegaron en el añadido. A eso se le suman los 165 balones perdidos (récord del curso), muestra de la imprecisió­n perica y de la buena presión madrileña.

Los equipos que priorizan los aspectos defensivos, como el Getafe, empiezan a tomarle la medida al conjunto de Rubi, cuyo patrón de juego y puntos fuertes empiezan a ser visibles debido a la falta de recursos de la plantilla. Un ingeniero del juego como Pepe Bordalás, analítico como pocos, supo desconecta­r los pases entre líneas del equipo perico y a Borja Iglesias, que solamente tuvo oportunida­des cuando el choque estaba decidido. El gallego, que ha marcado en cinco de los seis últimos partidos, se ha convertido en el único realizador perico desde el 7 de octubre.

A la previsibil­idad se le unieron las bajas de Marc Roca y Sergio García, dos jugadores capitales en la construcci­ón del juego de ataque. La subida de Dídac para liberar al de Bon Pastor que recibe entre líneas es el hilo conductor para asentarse en campo contrario y para hallar a Borja Iglesias. Piatti no logró suplantar esa figura, ni tampoco el cambio de David López y la entrada de Óscar Duarte, blando en el primer tanto, pudo conectar con los puntas.

Ese aspecto pone al descubiert­o, como proclamó el técnico en sala de prensa, el rendimient­o de algunos jugadores. Y, por último, la confianza, que merma cuando pierdes.

Hasta el 2-0, el equipo no fue valiente. Antes, no hubo precisión

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain