El Reus podría quedarse sin acabar la temporada
La plantilla aboga por mantenerse unida frente al club
Limitación La norma de LaLiga solo permite rescindir a doce futbolistas
Actores Club, Liga y AFE no dan ninguna solución concreta al equipo
La situación en Reus, ahora sí, se puede calificar como dramática. Es esencialmente la misma que en los pasados tres meses, una deuda de cinco millones y jugadores y personal sin cobrar, pero cada vez más cerca del desenlace final: si el club no paga antes del 10 de diciembre los futbolistas podrán denunciar y quedar libres. La normativa de LaLiga limita esta posibilidad solo a 12 futbolistas del primer equipo (a fin de garantizar que queden suficientes profesionales como para seguir compitiendo con una cierta normalidad) y eso choca frontalmente con la intención de la plantilla roig-i-negre: acabe como acabe todo este calvario quieren mantenerse unidos. Y LaLiga no lo permite.
Si hay una cosa clara es que los tres primeros de la lista para abandonar Reus, como es lógico, son los tres futbolistas sin ficha: Tito, Yoda y Vítor. El primero, de hecho, ya ha presentado una denuncia contra el club. En esta lista (y en la de 12 futbolistas) no se suma a Isaac Cuenca, que nunca ha llegado a tener ficha con el Reus y por lo tanto puede desvincularse de la entidad sin problema alguno. El problema, sin embargo, lo tienen los demás: son 16 futbolistas para nueve posibles salidas. Y quieren ir a una.
Pese a que en el vestuario se prepare para el partido ante el Alcorcón con toda la normalidad que la situación permite, no se puede descartar alguna protesta o medida de presión tanto hacia LaLiga como hacia el club para desbloquear la situación. Recibieron el apoyo y la información de la AFE, pero ninguna solución concreta a su problemática. Así pues, en el peor de los escenarios, el Reus perdería a la totalidad de su plantilla profesional (algo que de momento no contempla LaLiga) por lo que el equipo no podría seguir compitiendo en Segunda División.
Prórroga. Los problemas se pueden esfumar en el instante que Oliver plasme la firma del acuerdo, pero la realidad es que tiene un poco más de margen que el 10 de diciembre. Una vez iniciado el proceso de denuncia, que dura entre siete y diez días, si el club consigue el dinero y paga las deudas atrasadas se paralizaría el proceso. Un tiempo añadido al que prometieron no llegar, pero que a día de hoy nadie descarta que acaben acudiendo.