Ceferin pone freno al Mundialito de 24 equipos que quiere Infantino
La FIFA espera que sea cada cuatro años por la Copa Confederaciones
La FIFA sigue adelante con su plan para cambiar el Mundialito a uno que disputen 24 equipos y que se juegue cada cuatro años, sustituyendo a la actual Copa Confederaciones de selecciones nacionales. Una nueva competición que intentaría hacer oposición a la idea de la Superliga Europea que barajaba la ECA. Pero se ha encontrado con la oposición definitiva de la UEFA de Ceferin, que no es partidaria de ese formato. Sin ese apoyo, no habrá Mundialito de 24 equipos.
El principal punto de fricción son las cuotas de participación. Ese Mundialito de 24 equipos lo disputarían 12 europeos, incluidos los finalistas de la Champions de los últimos cuatro años y los ganadores de la Europa League. En caso de que se repitieran finalistas o campeones, se elegiría el competidor según el ránking FIFA. Los sudamericanos tendrían cuatro lugares garantizados para los ganadores de la Libertadores. También habría dos equipos africanos, dos asiáticos y dos centroamericanos, y uno para el país anfitrión o el equipo de Oceanía. Y se disputaría en año anterior al Mundial y durante tres fines de semana del mes de junio.
Pero Ceferin quiere más protagonismo para la UEFA y argumenta que se estima que el 75% de la riqueza que produce el fútbol en el mundo proviene del organismo que él dirige. Por otro lado, dar protagonismo a competiciones FIFA es, directamente, restarlo a las de la UEFA.
Infantino es cada vez más consciente de que el actual formato del Mundialito no funciona. La edición de 2017 sólo generó 40 millones de euros. Según ha informado The Guardian, por el nuevo Mundialito la FIFA ha puesto sobre la mesa una oferta por 12 años de un consorcio de capital japonés, de Arabia Saudí, Emiratos y estadounidense por valor de 25.000 millones de dólares. Según los cálculos de la propia FIFA, el nuevo Mundialito, que tendría 31 partidos, sólo necesitaría generar entre 650 y 1.000 millones de dólares para ser viables.
Las voces en contra, comandadas por Ceferin, argumentan que puede haber equipos clasificados para el pretendido Mundialito al principio de esos cuatro años que hayan dado un bajón deportivo importante, o incluso que hayan descendido. Pero más allá de ese detalle, parece tratarse de una lucha de poder y de porcentaje de ingresos.