Poco premio por ganar el Mundial: apenas 5M€ para el campeón
■ El Mundialito es una competición incómoda para los equipos europeos que la disputan. No es un premio, como para los sudamericanos, o un sueño, como para los equipos de las demás confederaciones. Ni siquiera es atractivo, económicamente. El campeón sólo se lleva cinco millones de euros, una cantidad muy pequeña si la comparamos con los 2,7 millones de euros que da la UEFA por cada victoria parcial en Champions. Se trata de una cuestión de prestigio que implica más o menos esfuerzo dependiendo de la lejanía: Japón, con ocho horas de diferencia horaria, era más costoso que Emiratos Árabes Unidos, con tres.
Es obligatorio para todos los clubes estar, al menos, tres días antes de jugar el primer partido. El ganador se lleva cinco millones, el finalista cuatro, el tercer clasificado 2,5 millones de euros, el cuarto dos millones y así sucesivamente hasta el medio millón que se lleva el séptimo, último clasificado. La FIFA corre, además, con los gastos de los billetes de avión (clase ejecutiva) de 35 personas por club y los traslados. Y desde cinco días antes del primer partido también está pagado el alojamiento (11 habitaciones dobles y tres individuales).
El mayor problema que se está encontrando el Mundialito es la escasa afluencia de espectadores a los estadios. En el Kashima-Chivas hubo apenas 4.000 aficionados. Según la propia FIFA, la asistencia media a los estadios en el pasado Mundialito, también en Emiratos, fue de 16.571, sensiblemente inferior a los 29.804 que, aún siendo una cifra también baja, asistieron de media al Mundialito 2016 en Yokohama. Por eso, Infantino quiere cambiar el formato de la competición a uno con 24 equipos que se dispute cada cuatro años.