Con Soler de pivote y para tener la fiesta en paz
El Huesca cierra en Mestalla un año que será inolvidable
Marcelino está respaldado por Mateo Alemany, que dijo el lunes que el asturiano va a “seguir y seguir y seguir”. Los números del Valencia son de gabinete de crisis, de mírame y no me toques que me rompo, mucho más cerca del descenso que de la Champions. Pero ni el proyecto huele a putrefacto ni las sensaciones que transmite el equipo son como sus resultados. Ello no quita que Marcelino y sus pupilos se jueguen contra el colista Huesca tener la fiesta en paz, la de Navidad y también la de Mestalla, que a tenor del rendimiento de los suyos cantará villancicos o sacará pañuelos. O las dos cosas.
Al Huesca le interesa visitar Mestalla como quien pasa la tarde de Noche Vieja pensando en lo bueno vivido durante el último año. Los aragoneses cierran contra el Valencia un 2018 que será para ellos inolvidable: el de su primera presencia en la élite. Cierto es que en ella le están dando para el ‘pelo’ (en agosto logró su única victoria), si bien, el Real Madrid sufrió hace dos semanas para ganarles y el Villarreal no lo logró.
Francisco, aunque llega con cinco bajas, pondrá en liza a su equipo más competitivo. Si en defensa al equipo le falta seguridad, en ataque los de Francisco recuperaron sensaciones con los goles de Cucho y Longo, que rompieron dos largas sequías. Las mismas bajas tiene Marcelino, aunque en su caso de titulares potenciales. El técnico asturiano y Dani Parejo afrontan el primer duelo sin Kondogbia y Coquelin. Carlos Soler actuará en la sala de máquinas, con Daniel Wass adelantando desde la casilla del lateral hasta la del interior de banda derecha. Marcelino apostará por Mina y Rodrigo en la punta de lanza en un partido que quién sabe si será el último de Batshuayi por Mestalla.