Un genial Datome evita el triunfo del Madrid
Dio la victoria al Fenerbahçe con un 2+1 a falta de seis segundos
El Fenerbahçe doblaba al Madrid en el minuto 11 (24-12), pero la entrada de Tavares lo cambió todo. También el acierto de Rudy. De ahí hasta casi el final el Real lo bordó. Parcial de 33-51 y seis arriba (57-63) antes de encajar un letal 8-0 en los últimos dos minutos.
El Madrid lo tenía ganado, si eso es posible en el baloncesto, y al verse seis arriba a falta de dos minutos se paró. Lo hizo mentalmente, jugó a aguantar el resultado, a retardar sus ataques y solo aceleró cuando el reloj de posesión le apretaba. Malas decisiones y malos tiros. Y lo que es peor, se descolocó en defensa en su ansia por evitar los triples locales. Cedió una catarata de rebotes bajo su aro que dieron esperanza a los de Obradovic.
Guduric clavó una de tres para el 60-63 a falta de 1:44 y luego Vesely machacó el tercer rechace ofensivo seguido turco: 62-63, a 34 segundos de la bocina. El Fenerbahçe nunca se rindió pese a estar derrotado. Supo lanzar la tortilla al aire, a la desesperada, y la volteó con una recepción impecable, la de Datome, imperial casi toda la noche. Logró cinco o seis canastas de genio, con la mano de un rival en la cara: primero la de Deck, luego la de Rudy y más tarde la de Taylor. Y en la jugada decisiva, la de Randolph, que le dio un palazo para frenar su penetración y aun así el italiano aguantó la estocada para embocarla en un escorzo acrobático. Un 2+1 triunfal cuando apenas restaban seis segundos y 8-0 de parcial en los últimos dos minutos. Faltaba Llull, expulsado en el minuto 29 tras añadir una técnica a una temprana antideportiva. Puso gesto feo, murmuró algo y lanzó el balón con un bote fuerte. Al vestuario. Tampoco estaba Sloukas, baja con fiebre.
Campazzo buscó una penetración que hubiera forzado la prórroga. No pareció la mejor opción, como casi ninguna de las anteriores del Madrid, que erró sus últimos cinco tiros.
El Fenerbahçe acaba la primera vuelta con 14 victorias, la mejor marca con el nuevo formato. Líder con dos triunfos de ventaja tras una dulce reacción que aleja el recuerdo de la final de Belgrado. El Madrid había cambiado con la salida de Tavares y el acierto de Rudy. Del minuto 11 (24-12) al 38 los blancos lo bordaron: parcial de 33-51. De ahí el amargor final. Una derrota que no se quitarán de la cabeza en un par de días, hasta el siguiente desafío, mañana ante el Baskonia.