El Madrid reina en Arona
Las paradas de Gonzalo y el gol de Jacobo forzaron la prórroga
Soñad y se cumplirá”, les dijeron a los jugadores en la presentación del torneo, y los del Madrid lo hicieron. Soñaron con levantar un título que no ganaban desde 2002. Un torneo que es conocido como la Champions Sub-12 y el ADN madridista se activó al escuchar ese nombre. La final emuló a las de los mayores: sufrimiento y épica. El partido se complicó desde el principio por culpa del prometedor Michele Scienza, que primero avisó con un disparo que rozó el larguero. Pero a la segunda fue la vencida, picó el balón y batió al portero. El Madrid no reaccionó. Ni las llegadas de Pablo ni las de Dani Tristán ponían en problemas a los italianos.
Castegnaro, un puñal por la izquierda y un incordio en las ofensivas del Madrid, se unió a las peligrosas llegadas de Scienza. El Madrid sólo estuvo cerca del empate en la primera parte en una falta que pegó Guillermo y se marchó por encima de la portería. Aitor salvó el 2-0 ante un potente disparo de Ricardo Mochetti.
El Madrid tuvo más profundidad tras el descanso. Guillermo, Jacobo y Leiton tejían jugadas, se asociaban y el Inter reculaba para defender su ventaja en el marcador. Pablo intentó el primer acercamiento: jugada individual por la banda, pero mala finalización. Leiton también se animó. Primero, con un disparo lejano; después, ganando un salto a los jugadores del Inter, mucho más altos y corpulentos.
Los italianos quisieron salir de su área y volvieron a acudir a su futuro Icardi, a Scienza, pero al rescate del Madrid salió el futuro Casillas de la Fábrica. Gonzalo puso en pie al estadio. Mostró su agilidad con dos paradas seguidas al ‘10’ del Inter y otra posterior a Ricardo. El portero contagió su confianza a sus compañeros y el ADN blanco salió a lo Ramos (2014, Lisboa). Jacobo, aprovechando un error de Pisoni, remató de cabeza y forzó la prórroga en el último minuto. La prórroga no varió el marcador, con dos equipos exhaustos.
Pero Gonzalo tenía una sorpresa más guardada para la tanda de penaltis. Paró los lanzamientos de Scienza y Tosku. Pablo metió el definitivo y la cantera blanca se vuelve a poner en lo más alto.