El Real Madrid hinca la rodilla ante Gentile
El Movistar Estudiantes ganó el derbi con 25 puntos del italiano
El Movistar Estudiantes venció al Real Madrid cuatro años y ocho derbis después. Sergio Llull, con tres triples seguidos, casi remonta el partido. Los colegiales sumaron su victoria 1.000 entre Liga Nacional y ACB, salen del descenso y están, por el momento, en la Copa del Rey.
Desde hace casi una década el Real Madrid es un transatlántico y el Movistar Estudiantes, un barquito de papel. Por presupuesto y estilo. Por presencia e identificación del equipo con la grada. Los blancos son un bloque compacto que continúa año tras año y los colegiales, un ir y venir de jugadores verano tras verano. Pero un derbi es un derbi. Y los ramireños sorprendieron a su eterno rival con los ingredientes tradicionales, garra e intensidad, y se llevaron el duelo de la capital por primera vez desde diciembre de 2014. Ganaron ocho enfrentamientos después con un Gentile majestuoso. El italiano anotó 25 puntos, 10 en el periodo final: en dos minutos agarró al Madrid por la pechera y le infligió su cuarta derrota del curso.
Las primeras líneas del guion no eran las esperadas. Los estudiantiles se lanzaron al cuerpo a cuerpo contra los blancos y respondieron a todas las andanadas: el buen inicio de Yusta era contrarrestado con el descaro de Gentile, el dominio de Ayón bajo los tableros con la velocidad de Brizuela... A la carrera y con un acierto casi impoluto en los primeros siete minutos (9 de 10 en tiros de campo, 4 de 4 desde el triple) llegó el estirón (23-17). Esa alegría duró lo que quiso Ayón. Tres buenos movimientos en la zona, seis tantos y turno para la versión ultramejorada de Rudy. El descanso de los dos últimos veranos le ha rejuvenecido una década y en tan solo diez minutos lo revolucionó todo: 14 puntos (4 de 6 triples) para 16 de valoración en 10 minutos.
El balear vestía a un emperador que hacía aguas atrás. “No hay ni una buena defensa”, criticaba Pablo Laso a sus pupilos, que al medio tiempo ya habían recibido 46 tantos, once de ellos de Brizuela. El escolta no se cansó de dar pinchazos a su rival y Whittington (16) aleccionaba a los blancos como ya hizo hace dos meses con el Andorra.
Pero el actual campeón de Europa no moría. Una y otra vez encontraba respuesta a la rebeldía colegial, con el rebote por bandera (33 a 42), y empataba al inicio del cuarto periodo (66-66). Sin Campazzo y Tavares presentes, los de Laso vieron como su rival casi sentenciaba a un minuto del final (88-77). En ese instante, Llull se disfrazó del Increíble: tres triples seguidos (91-88). El masivo paro cardiaco en el Palacio no se consumó y los colegiales sumaron su victoria 1.000 entre ACB y Liga Nacional, salen del descenso y están cerca de jugar la Copa como anfitrión. Quién te ha visto y quién te ve.