El bloque campeón de Ribera

El Dakar, el Abierto de Australia y el Campeonato de turno de balonmano se han convertido ya en clásicos de enero. Este último, desde hace menos tiempo, cuando en 2000 comenzó la alternancia del Europeo (años pares) y del Mundial (impares). Como estamos en 2019, toca Campeonato del Mundo, con sede compartida entre Alemania y Dinamarca, a partir del jueves. Los Hispanos debutarán un día después: el viernes 11, ante Bahréin. Como es costumbre, la Selección ha disputado el Torneo Internacional de España como preparación, un triangular donde ha hecho pleno de victorias ante Arabia Saudí, Polonia y Bielorrusia. Ha sido un buen test, aunque en la fase final se medirá a equipos de mayor fuste. La presencia de los árabes se intuye testimonial y los polacos y los bielorrusos no han logrado el pase. El Torneo de Palencia ha servido para dar cuerda a una maquinaria que ya se ensambló perfectamente hace un año, cuando los Hispanos se proclamaron campeones europeos bajo la batuta de Jordi Ribera. La Selección hizo un campeonato con altibajos, pero respondió en el momento decisivo ante Alemania, Francia y Suecia. Estos tres países volverán a ser los grandes opositores junto a Dinamarca y Croacia (rival de la primera fase), porque en balonmano, las potencias de Europa son las mismas que dominan el Mundo. Ribera sólo ha incorporado una novedad en esta convocatoria respecto a aquellos campeones: Aleix Gómez. El bloque está hecho. Durante este siglo, España ha conquistado sus tres oros internacionales: dos Mundiales (2005 y 2013) y un Europeo (2018). Y siempre es candidata a todo.

“PALENCIA HA SERVIDO

PARA DAR CUERDA A

UNA MAQUINARIA QUE

YA SE ENSAMBLÓ...”