Querol mantiene vivo al Reus una semana más
Su gol en el 90’ neutralizó un tanto en propia puerta
EI partido de ayer resume, en buena medida, la situación del Reus. Siempre en el último momento, siempre al límite, pero siempre viviendo para luchar otro día. Ya sea para pagar las nóminas y evitar las fugas, para cerrar una venta necesaria o para empatar un partido. Ayer fue Querol quien igualó un duelo en el que el Numancia fue superior, mientras que debe ser Oliver quien venda el club antes del martes. Siempre en el último suspiro.
Los primeros minutos del partido transcurrieron sin mayores sobresaltos que un centro lateral del Reus que por poco acaba en gol, pero sin que ninguno de los dos equipos apretara el acelerador. No lo hizo el Numancia por necesidad, pues poco a poco se fue adueñando del partido y controlando el balón. Tampoco un Reus sin alma, al que le fue imposible abstraerse de los problemas y concentrarse en el partido: pases erróneos, dudas en el centro del campo o cesiones arriesgadas se repitieron durante los primeros 45 minutos. Una primera parte que acabó con ventaja visitante más por insistencia que por méritos, pues Catena desvió a la red un centro lateral de Oyarzun.
Sin ningún jugador del primer equipo en el banquillo y con el Numancia cada vez más cómodo, el Reus prácticamente desapareció del partido. Algún córner, alguna transición, pero siempre con más intención que peligro. Los visitantes, de hecho, pudieron sentenciar el partido y si no lo hicieron fue por la mala puntería de Guillermo: primero erró un remate de cabeza franco, sin oposición y tras un centro perfecto, mientras que luego falló el remate de un centro lateral. Dos acciones muy claras que hubiesen finiquitado el partido y de las que se lamentó el Numancia. Entre el empuje de los jóvenes del Reus y el paso atrás que dieron los visitantes, los de Xavi Bartolo asediaron a Juan Carlos. Y la insistencia acabó en gol: Querol no perdonó desde dentro del área.