Cañellas y Sarmiento, las estrellas frente a Islandia
Excelente partido de España, que controló a Palmarsson
La paciencia es una virtud que avala al balonmano español, y frente a Islandia la puso en práctica. Sin prisa, con la rotación de jugadores, siempre con una variedad de combinaciones, y con dos hombres con momentos estelares: Cañellas en la primera mitad, cuando salió por la exclusión de Morros, y Sarmiento en la segunda, cuando la Selección entró en un bache y encajó un alarmante 0-4, y él marcó goles y recuperó un balón clave en una transición defensiva. El 32-25 coloca a España en una buena posición para certificar su pase inmediato a la segunda fase tras superar el primer examen de consistencia.
Se sabía que Palmarsson era el peligro, por los tantos que marca, por los que da, y por el juego que genera con su presencia siempre cerebral y fría. Marcó los primeros goles de Islandia, pero al final no fue un factor de desequilibrio, hasta el punto de no que no estuvo en la reacción nórdica. Se encontró con una defensa muy complicada, tanto en el 6-0 como en el 5-1, que casi era un marcaje individual sobre él, con Aitor Ariño y luego con Alex Dujsebaev.
Con un goteo constante de tantos, con Aginagalde atinado siempre que le llegaba el balón, sin intimidarse ante la dureza islandesa, con los extremos acertados, con Entrerríos organizando el final de la primera parte... los Hispanos estaban lanzados (19-14).
En la segunda, con los relevos, con otras combinaciones en la pista, se mantuvo la dinámica, aunque en el minuto 45 (27-20) se entró en crisis: Gustavsson paró cuatro pelotas consecutivas con los que Islandia rebajó la desventaja con un 0-4 que parecía meter a España en una situación de dudas, de la que salió de la mano de Dani Sarmiento, ese tipo de jugador que siempre emerge en las situaciones más complicadas para remontar el vuelo de la Selección: dos asistencias, una recuperación de balón en el balance defensivo, y dos goles casi seguidos para firmar el triunfo nacional.