120 km al día tienen premio

■ Cuando el Espanyol llamó a su puerta, en 2005 cuando militaba en el Gimnàstic de Manresa, su familia tenía claro que la aventura era irrechazable, pero que seguramente no duraría más de uno o dos años. Tenía ocho Lluís López, quien desde la capital del Bages debía hacer un auténtico sacrificio cada día que se entrenaba o que jugaba en la Ciudad Deportiva: 120 kilómetros entre ir y volver.

Era la época del malogrado Josep Manel Casanova, la cantera se cuidaba al detalle, y los jugadores de fuera del área metropolitana disponían de un servicio de taxi para acudir a los entrenamientos. Al acabar las sesiones, sin embargo, era su padre, Juan Carlos, quien iba a buscarlo para llevárselo de vuelta a Manresa. Así no perdían tiempo para hacer los deberes, y para cenar y descansar.

Pero el servicio de taxis desapareció y Lluís estuvo a punto de dejar el Espanyol por una mera cuestión de logística. Se las apañó su familia, e hicieron bien, ya que aquel año, el primero de infantiles, el técnico Jacint Magrinyà lo pasó al Infantil A. A partir de ahí, siempre fue una categoría por delante. Y eso que previamente no había estado, por ejemplo, entre los elegidos para los torneos mediáticos de fútbol 7, como Brunete o Arona.

Constante y convencido de sus aptitudes desde chaval, Lluís tuvo que abandonar la carrera de Ingeniería Industrial porque no podía compaginarla con filial, entrenamientos con primer equipo, Sub-17, selección catalana... Pero se apuntó a Administración y Dirección de Empresas (ADE). Hoy sigue viviendo en Manresa, pero esos 120 kilómetros son gloria bendita. el Espanyol. El día 21, salió de titular ante el Eibar, un partido aciago de todo el equipo (3-0). Fue una semana intensa, que requirió físicamente lo mejor del jugador: el día 24 también dio buena nota ante el Betis en la Copa (1-1) mientras que el día 27 no pudo frenar los ataques del Real Madrid (2-4). El día 30, el jugador cerró con su quinto partido en 14 días en el Villamarín, un duelo de 120 minutos que terminó con la eliminación del Espanyol. Cerró esta primera etapa intensa ante el Rayo, quizás su mejor encuentro, con el triunfo (2-1).

En LaLiga, el central acumula 270 minutos y ha jugado ya más que otros del primer equipo, como por ejemplo Javi Puado (163), Álex López (96), Pipa (no llegó a debutar) y no muy lejos de Naldo (408). Lluís ya tiene licencia de Primera.