El esqueleto del Nuevo Mestalla cumple diez años
Tal día como hoy se paró la obra
El Nuevo Mestalla cumple una década como está. El 17 de febrero de 2009 quedaba por escrito que la obra del estadio se paralizaba, anunciándose oficialmente ocho días después. El Valencia adeudaba a Fomento de Construcciones y Contratas y al grupo Bertolín 19 millones y el club no tenía visos de poder asumir ni esos pagos ni posteriores. Por ello se decidió paralizar las obras una vez se acabó la fase de construcción de la estructura, un esqueleto de hormigón que sigue dando la bienvenida a quienes acceden a Valencia por la Pista de Ademuz y que se mantiene como icono de la burbuja inmobiliaria.
El Valencia lleva gastados en el estadio 172 millones, entre las obras realizadas y los salarios de arquitectos, asesores jurídicos y mantenimiento anual de las instalaciones. Se estima que el club necesita entorno a 100 millones para reanudar y unos 16 meses para acabar el estadio. Pero el club no tiene aún esos 100 millones ni tampoco fecha para que las máquinas vuelvan a entrar.
Tras varios reajustes de diseños (van cuatro) y reducción de aforo (de 75.000 a 55.000); después de proyectos fallidos para encontrar financiación y de promesas incumplidas de fechas de reanudación, Anil Murthy y Mateo Alemany firmaron el pasado mes de mayo un acuerdo con Deloitte. La consultura le ayuda al club en la búsqueda de un comprador para la parcela del ‘viejo’ Mestalla y también un promotor para la explotación comercial del futuro estadio.
Según informó en enero Mateu Alemany, Deloitte está ya en fase de recibir ofertas vinculantes y fuentes del club apuntan a que en marzo se quiere anunciar avanzes. Mientras, ahí sigue el esqueleto de Nuevo (ya viejo) Mestalla.
En el estadio El club lleva invertidos unos 172 millones entre obras y gastos