Portería a cero y punto
El Espanyol resiste en Mestalla y ratifica su mejoría
Impoluta su actuación. Secó a Borja Iglesias, en un precioso duelo entre el argentino y el delantero.
ENo rindió acorde a la expectación que su titularidad generó. Apenas encaró y pasó desapercidido. l Valencia volvió a dejarse el gol en el vestuario. Los de Marcelino sumaron su 14º empate en Liga, el tercero consecutivo, el segundo en siete días en Mestalla (Real Sociedad y Espanyol). Dos puntos de 6 que le alejan de donde tanto le había costado acercarse. Los de Marcelino se repitieron como el ajo ante los de Rubi. Mestalla revivió muchas otras tardes de esta temporada, partidos en los que los suyos llevan la voz y mando pero en los que le falta definición, pegada. Hay un dato que lo dice todo: 21 veces remataron los blanquinegros, solo dos entre los tres palos. El punto, lógicamente, supo mejor a los de Rubi, un equipo que confirmó su cambio de dinámica y que, pese a la plaga de lesiones, mantuvo el tipo contra el Valencia y también su portería a cero, algo que Diego López no veía desde el 4 de enero.
El Valencia, es verdad, vuelve a tener en los partidos minutos eléctricos como antaño. Fases en las que recupera con facilidad, pisa área con asiduidad y somete a su rival. Pero a la hora de la verdad, cuanto le toca rematar la faena: el balón va al palo (como Gameiro tras buen pase en profundidad de Ferran), o el portero rival aparece de lanada (como Diego López a remate de Parejo, una ocasión de las que acaban en la red 9 de 10) o las más de las veces ayer, hasta 17, un balonazo a un espectador a poco que estuviera despistado.
El Espanyol transmitió que su triunfo ante el Rayo le cambió el paso.
Vale que el dedo fracturado de Neto lo forzaron poco o nada (solo Semedo le probó en el 73’), pero también lo es que los blanquiazules llegaban con efectivos e intenciones a tres cuartos de campo. Pero allí Garay y Roncaglia se hicieron los amos. El pulso del argentino con Borja Iglesias fue vibrante, como también el de David López con Sobrino. El manchego es un futbolista perfil Mestalla. De los que van a por todas y dan Sus conducciones, principalmente durante la primera mitad, oxigenaron a los de Rubi y le dieron presencia. todo lo que tiene. Borja también lo es y por eso está en la agenda ché.
Tras el paso por vestuarios sucedió lo habitual en este tipo encuentros. Al Valencia el empate le servía de poco o nada y el Espanyol gritó ‘virgencita, virgencita, que me quede como estoy’. Así que el juego se desarrollo en tierra de unos y Neto lo veía todo desde lejos. Y lo que vio el brasileño fue un remate de Garay que se fue rozando el palo, la ocasión de Parejo, una medio chilena de Gameiro que no fue gol por palmo y medio y un cabezazo de Roncaglia al que no habría llegado Diego López. Wass reclamó sin éxito penalti. El VAR reafirmó la decisión de De Burgos Bengoetxea. Y así se llegó al final, el Espanyol dejó su portería a cero y el Valencia empieza a hacerse a la idea de que lo suyo este año son las ‘copas’. Fue expulsado por doble amarilla, ambas sin discusión, aunque no influyó en el resultado final.
Sensación Al Valencia el punto le aleja de arriba; al Espanyol le sirve de confirmación