Vuelta triunfal de Gallego a 20 metros de sus raíces
Experico, hasta 2018 goleaba en el campo anexo del Cornellà
Contra Newton, Einstein, la gravedad e incluso Aristóteles, quien ya intuía que la naturaleza de las cosas es subir y bajar, actúa el Huesca, que se planta en Cornellà-El Prat sin poder siquiera saborear como corresponde su debut en el estadio. Agobiado por la permanencia en una categoría a la que le aupó el hoy entrenador perico, Rubi, necesita el triunfo, igual que lo precisa el Espanyol para alejarse definitivamente del drama y situar de nuevo la vista en las alturas.
Quien seguramente sí va a disfrutar su estreno en Cornellà, porque tiene pinta de que degusta toda recompensa que a sus 32 años está obteniendo por tanto esfuerzo, es Enric Gallego. El del Bon Pastor, gran amigo de su paisano Sergio García, que no podrá enfrentarse a él por lesión, fue un día jugador del Espanyol. Concretamente del filial, en el curso 2009-10. Compartió vestuario con Javi López, hoy sancionado, y con Dídac, quien regresa tras una sobrecarga. Y lo entrenó el ahora director general deportivo perico, Óscar Perarnau.
Pero el de la inauguración de Cornellà-El Prat no fue ni el año del Espanyol B, que bajó a Tercera, ni el de Gallego, con dos tantos ‘rara avis’ en una asombrosa carrera realizadora que forjó acto seguido en el Cornellà (2010-13 y 2015-18), en un Municipal que se encuentra a 20 metros de donde hoy jugará, y en el que goleó una y otra vez hasta fichar por el Extremadura. El resto es historia.
Vaya si dará vueltas la vida que casi nadie recuerda que otro emblema del Huesca, Álex Gallar, inició su formación en la cantera blanquiazul, desde benjamines hasta infantil. No obstante, lo de hoy no será precisamente un juego de niños (lo demuestran los 32 años de Gallego), aunque sí de futuro. El de Espanyol y Huesca.