“Los Ingebrigtsen somos como una empresa, con objetivos y resultados”
Gjert, padre de los prodigiosos atletas noruegos, atendió a As
EDel 1 al 3 de marzo se disputan los Europeos de pista cubierta de Glasgow en los que los hermanos Ingebrigtsen están llamados a ser los grandes protagonistas, en especial el joven Jakob, de 18 años. Gjert, padre y entrenador, respondió a As.
n la ciudad petrolera de Sandnes (Noruega) cada mañana suena el despertador bien temprano (sobre las 6:30) y, llueva, truene o nieve tres de los siete hermanos Ingebrigtsen suben a la cinta para hacer la primera sesión del día. Son Henrik, de 28 años; Filip, de 25, y Jakob, de 18, vigilados de cerca por Gjert, su padre y también su técnico. “Ser entrenador de tus hijos es una combinación difícil y trato de conseguir mi mejor esfuerzo en ambos, pero es un reto”, reconoce a As el líder de los Ingebrigtsen, esa peculiar familia cuya vida se ha llevado a un reality de éxito en Noruega.
Los prodigiosos noruegos son el nuevo fenómeno del atletismo, especialmente Jakob, el adolescente que con 17 años logró el doblete europeo de 1.500 y 5.000 en Berlín. La semana pasada batió el récord mundial indoor Sub-20 (3:36.04) con victoria ante el plusmarquista Tefera y desde el viernes comparte con su hermano Filip un doble desafío: correr en tres días 1.500 y 3.000 en los Europeos de Glasgow. En los tres kilómetros también estará Henrik y en la grada, 12 personas más de la familia, lideradas por Gjert. “No estoy muy seguro de cuál es el secreto para que esto funcione, pero nos conocemos y trabajamos bien juntos”, dice el padre.
La costumbre de madrugar para hacer deporte la adquirieron los Ingebrigtsen desde niños, cuando antes de ir a la escuela Gjert los ponía en el parking a entrenar esquí de fondo, Jakob apenas se mantenía en pie; “Aquello les gustaba, pero volvieron la vista al atletismo porque era mucho más difícil estar entre los mejores del mundo allí que en el esquí”.
Porque Gjert Ingebrigtsen quiere que sus hijos sean campeones indiscutibles, por eso los dedicó al deporte tan jóvenes y los sometió a análisis fisiológicos desde que eran bien pequeños. “He sido un profesional desde que tenía ocho años. He estado entrenando, dedicándome al máximo y siguiendo una buena estructura, al igual que mis hermanos”, reconoce Jakob, que ve como Ingrid, de 12, ya se calza los clavos y hasta William, de 5, se da ya sus carreras. Todos hacen atletismo menos Kristoffer (31 años) y William (23). Y ahí
Gjert tiene un dilema como padre: “Especialmente es difícil prestar suficiente atención a aquellos que no hacen atletismo”.
Los tres atletas dominan con puño de hierro el 1.500 europeo. Henrik ganó el oro en 2012, Filip lo hizo en 2016 y Jakob en 2018, con el regalo del 5.000. ¿Por qué son tan buenos?, se le pregunta a Gjert, que leyó decenas de libros sobre métodos de entrenamiento
Tarea “Es una combinación difícil ser entrenador y padre”
para aplicarlos a sus chicos: “Tenemos un buen sistema basado en nuestra propia experiencia. El Team Ingebrigtsen trabaja como una empresa, marcándose objetivos y enfocándose en hacer buenos resultados”.
Utilizan el sistema de medir los entrenamientos intensos mediante índices de lactato y es normal ver en sus sesiones cómo al acabar cada serie Henrik, Filip y Jakob se pinchan el dedo: “Lo utilizamos desde hace 10 o 15 años. No es una cosa de alta tecnología, pero nos funciona bien”.
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