AS (Catalunya)

“La situación del Valladolid­Espanyol era bonita pero no nuestra realidad”

-

Regresará este sábado a Cornellà-El Prat por primera vez como técnico visitante... —No había vuelto a ir por allí. Es emocionant­e e ilusionant­e volver a la que ha sido mi casa. Tendré sentimient­os encontrado­s y momentos únicos, aunque hasta que realmente lo viva será difícil de explicar, porque pasaron muchos momentos bonitos y situacione­s importante­s que se enfrentará­n en mi cabeza. Y luego, me acomodaré en el banquillo visitante y a intentar ganar el partido. —¿Dice que desde que salió del Espanyol no había vuelto nunca? ¿Ni como espectador? —Nunca. Toda situación tiene un tiempo de luto, y yo creía que eso era lo mejor para dar un paso adelante por todo lo que pasó, aunque lo seguía desde la distancia, por televisión. Ir al campo no era lo que más me apetecía. Pero ahora estoy deseando disfrutarl­o. —¿Será un poco el corazón contra la cabeza?

—Sí, totalmente, es el corazón contra la cabeza. Preveo reacciones raras, porque me encontraré con empleados, jugadores que tuve... Y aficionado­s que en el fondo siguen siendo los míos pero que durante 90 minutos serán rivales. Y nosotros estamos en un momento en que necesitamo­s sumar puntos. Así que vamos a pasar de esas sensacione­s a la obligación de tener que ganar el partido.

—Desde luego, nada tiene que ver este Espanyol-Valladolid con el de la primera vuelta, en que los pericos podían ponerse líderes y ustedes, colíderes. —Son dos momentos totalmente distintos. Para nosotros, aquella situación era muy bonita pero no nuestra realidad, sabíamos que tarde o temprano íbamos a encontrarn­os como estamos ahora mismo. Somos el equipo con el presupuest­o más bajo de Primera, estamos sabiendo competir y bien posicionad­os en nuestra liguilla para salvar la categoría, que es el único objetivo, aunque viniéramos de posiciones privilegia­das. En el Valladolid-Espanyol, ambos equipos disfrutamo­s mucho porque estábamos en una situación cómoda, incluso con una opción histórica aunque fuera ocasional.

—Ahora, afronta incluso sus primeras críticas desde que aterrizó en el Valladolid... —No me las había encontrado porque no existían motivos. Desde que llegamos, habíamos vivido en una situación espectacul­ar y mágica. Ningún aficionado o periodista nos podía reprochar nada. Ahora sí llevamos un mes en que no nos acompañan los resultados. Estamos compitiend­o bien pero espesos en ataque: llevamos cuatro partidos sin meter un gol, y eso nos está pesando. Pero estamos metidos en los partidos y cerca de lograr algo positivo. El que no estuviera dentro podía pensar que esto iba a ser un año de tranquilid­ad, un coser y cantar, pero nosotros ya insistíamo­s en que no sería así. Me gusta que la gente valore dónde estamos y cómo lo hemos conseguido. —Para agitar un poco al equipo, ¿puede que este sábado se vea ese 5-3-2 tan de moda y que probó ante el Barcelona? —A nosotros nos gusta el 4-42, a veces un 4-2-3-1, pero el día del Barça lo hicimos porque pensamos que nos daría fortaleza defensiva y pensamos que podríamos pillarles en transicion­es. Tenemos un sistema fijo y en algún partido puntual hacemos algún matiz. Esta semana veremos lo que pensamos, pero prefiero no dar pistas (ríe).

—Usted y Rubi fueron premiados como mejores entrenador­es catalanes de 2018. ¿Cómo se llevan?

—Mantenemos una buena relación. No es habitual, de contacto telefónico, pero sí existe un cariño mutuo cada vez que nos vemos y es un placer encontrarm­e con él.

—¿Está disfrutand­o Rubi del margen de confianza en el Espanyol que usted no tuvo? —No merece la pena compararlo, porque ha pasado mucho tiempo, ya todos nos hemos lamido las heridas y nos hemos curado. Cada cual tiene su camino, y yo me alegro un montón de que a Rubi se le dé todo el tiempo del mundo, porque es lo que uno quiere para un colega. Otra cosa es lo que me pasara a mí o lo que hubiera deseado. Es importante que el Espanyol haya tenido esa paciencia: es atípico en el mundo del fútbol pero a la vez suele dar buenos resultados. Yo no quiero compararme, a estas alturas lo que me siento es agradecido por que me permitiera­n cumplir el sueño de entrenar a mi equipo, del que había sido jugador. Conseguimo­s unos objetivos muy por encima de lo que nos habían marcado, luego pasó lo que pasó… Pues cabeza arriba y a seguir. —¿Cree que sin la inminente llegada al Espanyol de Chen Yansheng le hubieran despedido igual?

Zona alta

Rubi “Me alegro un montón de que le den todo el tiempo del mundo”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain