DiRT Rally 2.0: un lujo para los amantes de la velocidad
Codemasters, compañía más que veterana en el mundo de la simulación de carreras, vuelve a demostrar su buen hacer con DiRT Rally 2.0, un juego ambientado en las competiciones fuera de circuito y que, sin llegar al grado de detalle de iRacing, supone todo un reto para los amantes de los simuladores de velocidad.
El juego incluye dos disciplinas, Rally y Rallycross, cada una con sus propios campeonatos y sus vehículos y con una conducción muy diferente.
Rally. Hay seis localizaciones en esta disciplina: Argentina, Australia, España, Estados Unidos, Polonia y Nueva Zelanda. Todas ellas incluyen tramos reales del WRC y se disputan sobre cuatro superficies: ■ Precio:69,99 ■ PS4, XBO, PC asfalto, tierra, barro y polvo, respecto a la anterior entrega se ha quedado por el camino la nieve y el hielo, una pena.
A medida que se progresa en la partida se adquieren coches de mayor potencia lo que va a incidir directamente en su manejabilidad y resultará todo un reto mantener el vehículo en la trazada en circunstancias adversas: noche y lluvia.
Rallycross. En esta disciplina se recrean ocho pruebas con circuitos, pilotos y coches oficiales. La conducción es más agresiva, con una utilización continua de los derrapes y con una IA que se muestra bastante agresiva y competitiva.
Realista. DiRT Rally 2.0 se muestra muy compacto en todos sus apartados. Notable en la parte gráfica, excelente en la simulación y agradecido en el sonoro, donde la voz en castellano del copiloto se hace imprescindible para salvar algunos tramos muy complicados. El comportamiento de los vehículos difiere según el modelo y la superficie por la que se desarrolla la etapa.
MODO MI EQUIPO
Es el modo principal del juego y el más interesante. El jugador deberá empezar por los campeonatos más simples y conseguir créditos para adquirir nuevos coches, ingenieros y mejoras con los que intentar afrontar retos cada vez más complicados. Además hay un interesante multijugador que ofrece un intensa experiencia y un modo histórico que permite competir con coches legendarios.