AS (Catalunya)

Lydia Valentín se colgó su oro 2.400 días después

Recibió la medalla de Londres 2012 que rivales dopadas le robaron

- ÁLVARO CARRERA

Lydia Valentín (Camponaray­a, 34 años) recibió ayer en la sede del Comité Olímpico Español la medalla de oro que ganó en los Juegos de Londres 2012, la cual no pudo disfrutar en su momento debido al dopaje de las halterófil­as que hicieron podio y fueron descalific­adas.

Hace 2.400 días (3 de agosto de 2012) Lydia Valentín (Camponaray­a, 34 años) se subió a la tarima del ExCeL de Londres para competir en sus segundos Juegos Olímpicos. La berciana alzó 120 kilos en arrancada y 145 en dos tiempos, lo que hicieron un total olímpico (única medalla que se otorga en los Juegos) de 245 kilos. Ese día rozó la chapa en categoría de 75 kilos, pero acabó cuarta. Svetlana Podobedova (Kazajistán), Natalya Zabolotnay­a (Rusia) e

Irina Kulesha (Bielorrusi­a) fueron el podio, aunque lo hicieron dopadas, y años más tarde todo se destapó.

En junio de 2016 Podobedova dio positivo por estanozolo­l. Un mes más tarde, la Federación Internacio­nal de Halterofil­ia (IWF) desveló el resultado anómalo de Zabolotnay­a y Kulesha por otro anabolizan­te (DHCMT). “Se ha hecho justicia”, afirmaba a As Lydia el 27 de julio, cuando se hizo oficial. En un mes su vida había cambiado. Unos días más tarde (13 de agosto), en Río 2016 fue bronce y tras esos Juegos le confirmaro­n que había sido plata (de nuevo por el dopaje de sus rivales) en Pekín 2008. Tres medallas, pero sólo pudo disfrutar una en su momento. La primera se la pudo colgar en enero de 2018, casi 10 años después. La de Londres se esperaba unos meses más tarde. Se la habían confirmado en noviembre de 2016, pero todos los plazos se dilataron. Más de seis años y medio después de haber logrado su mejor resultado, Valentín al fin puede lucir su medalla de campeona olímpica, la cual recogió ayer en el Comité Olímpico Español de manos de Marisol Casado (COI). ”Estoy muy emocionada. Todavía lo estoy digiriendo”, apuntó emocionada la berciana, quien rompió a llorar al agradecer a la familia “su apoyo”. Lydia estaba radiante, no subió al podio en Inglaterra y se esmeró por disfrutar cada momento. “Eres una increíble persona y mi sueño es que en Tokio todos sean tu reflejo con un deporte limpio”, apuntó Tamás Aján, presidente de la IWF. “Hoy se hace justicia”, añadió María José Rienda, presidenta del COE, y Alejandro Blanco fue el encargado de cerrar el acto: “Eres la mejor del mundo. No hay nada que refleje lo que significas para España y para el deporte”. Lydia ha conseguido cerrar el círculo que comenzó en Pekín 2008, casi once años para poder disfrutar de sus tres medallas olímpicas.

Justicia En Londres acabó cuarta, pero el podio al completo se dopó

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