No suplir a Cristiano, una osadía que estamos pagando

Hay que ser muy osado, muy irreflexivo, muy inconsciente, muy poco previsor o muy sobrado para vender a Cristiano y encima no suplir su transcendente baja. Cuando a mitad del curso pasado supimos que el enfrentamiento personal entre el presidente y el portugués no tenía solución, un servidor imaginó que el club tendría algún as en la manga para sustituir esa dentadura de oro que durante nueve años nos dio 450 goles y un porrón de títulos. Teniendo Cristiano contrato hasta 2021 lo lógico es hacerlo valer por encima de enfados y de pulsos de egos. Si a mí me hubiese pedido Cristiano, por las razones que sea, que quería irse, me hubiese negado o le habría pedido que llegara con una oferta de 300 millones de euros. El ganador de tres Balones de Oro y tres Champions consecutivas debe tener precio de Beluga sea con la edad que sea. Pero ya que lo malvendes por cien millones a un rival directo en la Champions como es la Juventus, a cambio tráete un killer del área consagrado.

El Florentino que nos enamoró a todos a principios de siglo fichando a Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham, no puede ahora resignarse a no suplir la dolorosa marcha del portugués con la excusa de que hoy día no se puede competir con el dinero de los jeques. Si el Madrid no es capaz de fichar a Neymar, Cavani, Mbappé, Lewandowski o Kane pues se replantea la situación y retienes a Cristiano aunque sea contra su voluntad. Lo que no puede ser es que se vaya y se decida que con Bale y Benzema el gol estaba cubierto. Y encima, el fichaje de Mariano llegó por el miedo a que acabase en el Sevilla y por la derrota ante el Atlético en la Supercopa de Europa. Y así estamos, sin ser capaces de cantar un solo gol en dos Clásicos seguidos...