La perseverancia del Eibar provocó el fin de Cardoso
Sergi Enrich marcó en el 87’ y el Celta echó a su técnico
EI Eibar logró una balsámica victoria ante el Celta en el tramo final del partido, después de que los locales fueran superiores durante todo el encuentro, en el que erraron un penalti y que supuso la sentencia para Miguel Cardoso como técnico del Celta.
Rápidamente se hizo el Eibar con la posesión y el dominio del esférico. Los armeros comenzaron intensos y en busca de sangre quizás con demasiado ímpetu, algo que propició una contra perfecta por parte del Celta que Brais a punto estuvo de colar en la portería armera tras un mano a mano que ganó Dmitrovic. Una jugada que quedó en el olvido para un Eibar que encontraba con facilidad él área de un rival algo desconectado.
El Celta supo esperar su oportunidad atrás. Estaba cómodo con las acometidas de un Eibar al que solo le faltaba marcar. A punto estuvo de hacerlo Orellana en el 32’, en la más clara de los armeros en la primera mitad con un disparo tras rebote que casi despista a Rubén Blanco. El que sí lo hizo, pero en fuera de juego, fue Sergi Enrich. Así lo ratificó el VAR. Sin embargo, la ocasión más clara llegaría del lado celeste, con un disparo al larguero de Maxi Gómez tras una contra perfecta que prácticamente finiquitó la primera mitad.
Fueron necesarios 12 minutos del segundo acto para disfrutar del primer acercamiento claro tras el descanso. Charles a punto estuvo de hacer el primero en un balón que sólo debía empujar frente a la línea de gol pero que mandó fuera. Igual que el penalti señalado por el VAR en el 65’ y que el brasileño mandó a la grada. El balón no quería entrar por ningún lado y la ansiedad comenzó a ir en aumento.
Tuvo que ser Cardona, en una de las pocas oportunidades que ha recibido este año el que en el 87’ rompió a la defensa celtiña en su área para dejar un balón franco a Enrich, que no perdonó: 1-0 y final para un Celta al que la derrota del Villarreal no le metió en el infierno pero que emite muy malas señales sin Aspas. Cardoso lo pagó con el despido.
Charles Mandó a la grada un penalti señalado por el VAR