SÓLO DOS GOLES DE 26 TIROS
Noruega planteó el duelo entre la paciencia y la resistencia, pero entregar la pelota muy pronto invalidó lo uno y lo otro.
Por el centro funcionaron intermitentemente Ceballos y Parejo, un falso lento, uno de esos becarios entrados en ligas que ha puesto de moda Luis Enrique. Y fue de menos a más Busquets.
Así, con unos y otros, la Selección fue encontrando huecos y ocasiones. También un gol, urdido en la izquierda, entre Asensio y Alba, y rematado en el centro, con una volea de Rodrigo, un delantero con más juego que goles. Y un reforzado en su condición de local, que puntúa doble. Kubala fue un maestro de esta práctica. Antes del descanso, Jastein le sacó tres cabezazos a Morata. Un cuarto se La Selección generó muchas ocasiones de gol, como esta de la imagen en la que el remate de Sergio Ramos se marchó fuera por muy poco, pero estuvo falta de puntería. Hasta un total de 26 remates hizo España, pero sólo dos goles. le marchó fuera. Un halo de malditismo parece envolverle allá donde va. En la galería de arte quedó una jugada con dos taconazos en el área, de Parejo y Morata, sin final feliz. Y también entró en registro una mala entrega del discutible De Gea y un mal repliegue que pudo costar el 1-1. Henriksen metió su centro-chut a un metro de portería y Elyounoussi convirtió la puntilla en despeje involuntario.
España siguió retrasándose con el gol y Lagerbäck cambió el tercio. Metió a Johnsen, un ala-pívot en funciones de delantero centro, por si la fuerza aérea era capaz de recuperar lo perdido por la infantería. Y en un agarrón de tantos de Iñigo Martínez al gigantón pitó penalti Andis. Lo convirtió King, un contratiempo resuelto por España Dejó un gol, un taconazo que pudo serlo y una
que nadie aprovechó. Muy ocurrente. del mismo modo, en penalti cometido por Jastein sobre Morata, lance que le sirvió para expiar pecados anteriores. Ramos, el patriarca de esta España, lo resolvió a lo Panenka, permanente desafío al riesgo. Un gol que devolvía el partido al mejor.
El susto le dio argumentos a Luis Enrique para reforzar el servicio de vigilancia con Rodrigo junto a Busquets. Y en la recta final debutaron Canales y Jaime Mata, dos internacionales de efecto retardado. Y es que la revolución anunciada se quedó inicialmente en el banquillo. En Malta se espera que tenga un mayor alcance. Salió para buscar por alto lo que su selección no encontró por bajo y le dio un codazo a Busquets.