El renovado Aspas vuelve para medirse a su mentor
Eusebio le hizo debutar en Balaídos en un día dramático
Nada más firmar su renovación el pasado miércoles, a Aspas le preguntaron por su partido más especial con la camiseta celeste. El moañés, entonces, se acordó del primero que jugó en Balaídos, cuando Eusebio le hizo debutar en el momento más delicado de la historia del club, con el descenso a Segunda B en liza y la desaparición como una amenaza real. El joven delantero obró su primer milagro con un doblete salvador. Diez años después, quiere revivir aquella tarde mágica en presencia de Eusebio, aunque esta vez el técnico pucelano estará en el banquillo rival. Esta vez sólo uno saldrá a hombros de Balaídos, con media permanencia en el bolsillo.
La lucha por la permanencia está más apretada que nunca, con cinco equipos en solo tres puntos. Entre ellos están Celta y Girona, que protagonizarán una lucha encarnizada por eludir las llamas del infierno. El que gane, verá más cerca la meta de la permanencia. El que pierda, seguirá en depresión, con el agobio de saber que cada vez queda menos tiempo. El empate de poco le valdrá a ambos.
Moral. Las dinámicas son bien diferentes. Los vigueses bailan al son de Aspas, cuyo regreso ha resucitado a un muerto. Balaídos volverá a tener un ambiente de final, con la grada empecinada en caminar hasta la permanencia. El Girona, por su parte, se encomienda a la puntería de Stuani y Portu, y a sus buenos registros a domicilio. No obstante, las últimas cuatro derrotas consecutivas le han metido en un lío del que necesitan salir cuanto antes. La presión por salir de ahí abajo marcará un duelo no apto para cardíacos. La emoción estará a flor de piel. Cada balón será un latido, ya no se puede fallar.