El Sadar abre el año con ganas de levantar el vuelo
Osasuna y Valladolid tratan de dejar atrás la zona roja
En Pamplona abre el telón este 2020 con un partido de esos para alejar el precipicio y los temblores. Los jugadores de Osasuna se mueren de ganas por volver a jugar en casa, en El Sadar, algo que no sucede desde hace casi un mes. Pero lo que quieren por encima de todo es reencontrarse con la victoria. Les sobran los motivos para ello. Y el Real Valladolid asume el choque como la oportunidad de un nuevo inicio. Después de una buena primera vuelta en la que se alejó seis puntos del descenso, pretende comenzar la segunda con victoria en un feudo en el que sólo ha ganado una vez en su historia, y ante un rival de su propia liga.
Los rojillos quieren volver a mostrarse invencibles en su guarida, donde no ganan desde comienzos de noviembre, cuando se impusieron al Alavés. Les esperan dos partidos consecutivos al calor del hogar y saben que van a marcar cuáles serán sus aspiraciones; si continúan disfrutando de una situación cómoda, como toda la temporada, o toca sufrir algo más. Arrasate reconoce que deben recuperar la intensidad que siempre les ha caracterizado y evitar cometer errores. El once se presume muy similar al que empató en Vigo, con Iñigo Pérez de lateral izquierdo por el sancionado Estupiñán. El técnico rojillo cumplirá su segundo partido de sanción.
Sergio González contará con la vuelta de Nacho, tras un mes de baja por un esguince, mientras que los dos jugadores fichados esta semana, Carnero y Caro, esperarán su oportunidad en el banquillo. El técnico podría repetir esquema, con Joaquín y Alcaraz en el centro del campo, aunque no se descarta que pase a jugar con tres centrales. Arriba es fijo Enes Unal, el delantero más en forma, tres goles en dos partidos, acompañado de Guardiola.