Al Attiyah lo intentó, pero sólo pudo recortar cuatro minutos
Podía haber pasado perfectamente las fechas de Navidad junto a los suyos, disfrutar del calor de su casa en esos festivos días, de abrir los regalos de Reyes todos juntos como hace cualquier hombre normal de 57 años de edad. Pero Carlos Sainz no es un hombre normal de 57 años… Es un piloto, y de los más grandes, y lo será siempre. No tiene que demostrar nada más en su vida, pero se lo pasa como nadie con un volante entre las manos y un desierto por delante al que enfrentarse, sobre todo cuando lo hace mejor que los demás. Como ahora.
Sí, apúntenlo bien porque es algo para la historia: Carlos Sainz gana su tercer Rally Dakar. En el año 2010 lo hizo con Volkswagen, en 2018, con Peugeot y en 2020, con Mini. Un triplete de ensueño solo al alcance de los elegidos con el que el piloto madrileño vuelve a subir el listón para aquellos que quieran intentar la osadía de imponerse en el rally más duro del mundo con mayor edad que él. Ya toca dejar la prudencia a un lado, esa que mostró desde el día uno pese a irle todo rodado, y celebrar la nueva gesta que dejará escrita en su historia junto a su inseparable Lucas Cruz. Una historia de leyenda.
Diez minutos suponían una ventaja incómoda pero suficiente si se administraba bien, y Carlos lo hizo a la perfección desde su tercera posición de salida y con la ayuda de tener una última jornada con menos kilómetros de los previstos inicialmente. Stéphane Peterhansel Nasser Al Attiyah
Lucha
La pareja Sainz-Cruz triunfa en el Dakar con tres marcas diferentes
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