¿Qué pasa con las zapatillas Vaporfly? ¿Se prohibirán?
■ ¿Serán prohibidas? ¿Si se vetan para la alta competición se seguirán fabricando? ¿Cómo afectará en el mercado? ¿Se anularán los récords? Todo son interrogantes en torno a las Nike Vaporfly, que están bajo la lupa de una comisión independiente de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), encargada de analizar si las zapatillas mágicas son legales y si proporcionan tantas ventajas como se habla (estudios independientes consideran que retornan un 4% de energía e incluso más). Son las de Kipchoge y Bekele, que tienen la duda de cuáles usarán en Londres. ¿Vaporfly Next%? ¿Las enigmáticas Alphafly, que empleó Kipchoge en su reto de Viena? ¿Ninguna de ellas?
El debate está también abierto en la prensa británica, cercana al presidente de la Internacional, Seb Coe. Algunos medios (Daily Mail y Telegraph) se han lanzado directamente a que las zapatillas serán prohibidas y que sólo falta poner las condiciones. Y lo que es una realidad: World Athletics trabaja en una nueva reglamentación. Se especula con que el veredicto salga a final de mes, pero también se podría demorar dicha resolución.
La actual norma (143.2) dice lo siguiente: “Unas zapatillas no deben estar construidas de modo que proporcionen a un atleta una ayuda o una ventaja injusta. Cualquier tipo de calzado debe estar razonablemente al alcance de todos en vista del espíritu de universalidad”. Las Vaporfly son cuestionadas por su espuma especial foam, por la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera (drop) y por la placa de fibra de carbono que tiene en su interior. Dominan la ruta mundial.