Espanyol, “sí, se puede”
David López y De Tomás pusieron el 0-2 ● Cazorla redujo distancias ● Con diez resistieron los pericos media hora
En la Taberna de Milagros, lugar de premonitorio nombre, se refugiaban de la borrasca Gloria una hora antes del partido algunos de los 3.000 pericos que desafiaron al mal tiempo y la clasificación para colarse en La Cerámica, donde se dejaron oír más que la afición del Villarreal, sobre todo el ya himno del “sí, se puede”, y donde vivieron una victoria heroica del Espanyol, que se las prometía felices con el 0-2, estreno liguero de Raúl de Tomás mediante, pero que tuvo que resistir media hora con diez no sin polémica arbitral con el sempiterno VAR.
Iban de delanteros las hojas de alineaciones, con Gerard y Ekambi ni tan siquiera convocados en el Villarreal, y con Raúl de Tomás estrenando titularidad en el Espanyol. Y de ataques fue el arranque, fulgurante en el caso de los pericos, que en ocho minutos podrían haber resuelto el partido. Dos ocasiones de Darder y Melendo, ejerciendo de interiores, dieron paso a un córner provocado por De Tomás, y del que saldría el 0-1, obra de David López en el segundo palo tras un cabezazo en primera instancia de Naldo.
Una tromba perica en plena borrasca que culminó con otro disparo de RDT que impactaba en la mano de Pau Torres cuando iba a gol, aunque Prieto
Iglesias en el VAR consideró que no hubo penalti. Ese era el criterio en el primer tiempo.
Porque en la reanudación varió. Empezó eufórica para el Espanyol, que metió el segundo gol en una contra de manual, que condujo Calleri desde la derecha y centró para que De Tomás se estrenara en Liga, como ya lo había hecho en Copa. Pero prosiguió tormentosa. Esta vez entre González Fuertes y el VAR sí vieron mano y penalti en una acción que no lo era, pues a Javi López le pegó primero en el costado. La pena máxima resucitó al Villarreal, porque lo materializó Cazorla y porque supuso la segunda amarilla para el capitán perico.
Aguantó con diez Abelardo, que dispuso una defensa de cinco, echando mano a Víctor Sánchez y a Calero, que Calleja trató de rebatir con profundidad. El palo de Cazorla y la mano de Diego ante Ontiveros confirmaron que lo del Espanyol no es una taberna de milagros, sino un macrocomplejo tipo catedral. Al fin los pericos ganaron esta temporada en ‘casa’. Y los ‘groguets’ perdieron una bala para acercarse a la Champions.
Estreno y polémica Anotó RDT antes de un penalti de Javi López muy dudoso