El MVP más joven en la historia de la Super Bowl
El padre del texano fue profesional de béisbol
La NFL ya conoce su última superestrella y su nombre es Patrick Mahomes.
El quarterback, de tan sólo 24 años y 139 días, que lideró a los Kansas City Chiefs a su primer anillo de la Super Bowl en 50 años y se convirtió en el MVP de la final más joven de la historia (el anterior fue Emmitt Smith, quien logró el galardón a los 24 años y 260 días). Mahomes es un fenómeno que ha tomado la NFL al asalto en tan sólo dos años como titular. Un éxito para el que lleva siendo preparado durante prácticamente toda su vida.
Con una trayectoria muy parecida a la de Rafa Nadal y Stephen Curry, el quarterback de los Chiefs nació en Tyler, en Texas, y creció en un ambiente de deporte de élite gracias a la carrera de su padre, Pat Mahomes, que fue jugador profesional de béisbol durante once años en la mejor liga del mundo, la MLB. Patrick recuerda que pasó muchos días de su infancia jugando a lanzar la pelota a leyendas de los Yankees como Alex Rodríguez y Derek Jeter, amigos personales de su padre. Y llegó al instituto como jugador de tres modalidades: béisbol, baloncesto y fútbol americano.
Tras optar por el balón oval, Mahomes brilló en la Universidad de Texas Tech por su talento natural para hacer lanzamientos extraordinarios de ángulos poco habituales y fue drafteado en primera ronda en 2017 por Andy Reid para liderar el ataque de sus Chiefs.
En la final, Mahomes recibió la distinción de MVP tras lanzar para 286 yardas (promedio de 6.8 yardas por intento), dos touchdowns y una intercepción para un rating 78.1. “Jamás perdimos la fe. Eso es lo más importante. Todos en el equipo, nadie tenía la cabeza abajo, y creímos en nosotros. Eso fue lo que nos dijimos a lo largo del año”, dijo Mahomes, que conserva ese espíritu juvenil. Al levantar el trofeo y ponerse el anillo afirmó: “Me voy a visitar Disney World”. Un genio del fútbol americano, que lo hace todo fácil.