El último milagro de Aspas
El moañés liquida el duelo con una genialidad y golpea duro al Leganés ● Bradaric vio la roja en el minuto veinte
Como en una película de vaqueros, Iago Aspas sólo necesitó un segundo para desenfundar y fusilar al enemigo. Fue en una maniobra tan veloz como certera. Su movimiento con el tobillo sirvió para apretar el gatillo y el balón salió disparado cual bala hacia la red. Soriano miró boquiabierto sin margen de reacción. Todos los jugadores del Leganés apreciaban atónitos la escena. No lograban entender lo que acababa de suceder. Tenían el partido en la mano, jugaban con uno más desde el minuto veinte y todo se fue por la borda en una acción a balón parado. Curiosamente, el gol llegó después de una corrección del VAR que alivió a los pepineros. Munuera mostró la roja directa a Óscar, pero tuvo que rectificar tras ver la acción. Del alivio, el Lega pasó a la frustración en un segundo, el segundo que necesitó Aspas para mover el tobillo dentro del área.
El golpe es letal. Para el Celta, porque suma siete puntos de nueve en los últimos tres partidos y ya respira sin ahogarse. Para el Leganés, porque perdió un partido que se le puso de cara a los veinte minutos en su peor semana. Le quitaron a Braithwaite y perdió la batalla de Vigo. Ahora ya ve la salvación a cinco puntos.
El Leganés saltó a Balaídos con ambición. No tardó ni dos minutos en probar a Rubén por medio de Kevin Rodrigues. A la media hora, ya después de la expulsión de Bradaric por una temeridad, Awaziem tuvo el 0-1 en su cabeza, pero Rubén Blanco acertó a despejar. El rechace le cayó a Carrillo, quien remató fatal aunque el balón iba camino de la red hasta que despejó Mallo bajo palos. Tras el gol de Aspas, ya no hubo reacción.