La batalla por la AFE
El sindicato afronta hoy una Junta vital con otra moción y Morientes en la sombra ● Aganzo, en el ojo del huracán, suplirá a Mata y De Gea en una directiva partida
La Asociación de Futbolistas Españoles celebra hoy, a las 17:00 y por vía telemática, una Junta de alto voltaje. Tras las últimas dimisiones de Mata y De Gea, el presidente del sindicato, David Aganzo, propondrá sustituirlos por otros dos futbolistas en activo que dará a conocer al resto de una directiva partida en dos tras un último año convulso. Un periodo que comenzó con el despido de dos pilares, como Xavi Oliva y Queco Piña, y que se ha terminado de enturbiar con la aparición de Fernando Morientes como futurible representante de los futbolistas españoles, al gozar del apoyo de varios capitanes, como desveló Cope.
Las bajas de los internacionales del United, comunicadas “tarde y a escondidas” según la oposición de Aganzo, el hecho de no haber hecho una Junta antes como algunos demandaron y el cruce de querellas estos días (Jesule y compañía contra Aganzo, por administración desleal y cohecho; y de Aganzo a Antonio Saiz por calumnias) harán que esta reunión vaya a ser caliente. De un lado estarán Aganzo, Diego Rivas,
Azkoitia, Fe Robles, Néstor Susaeta, José Luis Morales y Lucas Pérez. Y, por otro, Jesule, Xavi Oliva, Queco Piña y Lozano. La idea del presidente, que por ahora no se plantea dimitir ni adelantar las elecciones (su mandato es hasta junio de 2021), es aprobar el nombramiento de dos nuevos miembros afines. Según varias fuentes, Morales y Lucas Pérez han sido tocados por la disidencia, desde el sector más crítico con
Aganzo e incluso a través de pesos pesados de otras instituciones, para cambiar de acera. Parece que sin éxito. El nombre de Morientes (Embajador de LaLiga) también estará presente en la Junta. El exdelantero internacional se puso ayer en contacto con miembros del sector sublevado para conocer sus planes, aunar objetivos, estudiar las opciones de que su perfil más mediático pueda complementar al suyo más modesto, desmarcarse de la idea de que es un enviado de Tebas e incluso tender puentes con Futbolistas ON para recuperar la imagen de unión.
Viene de lejos. El terremoto sindical para llegar a esta situación no es nuevo. Desde la misma llegada de Aganzo a AFE en noviembre de 2017.
Rubiales, anterior presidente, puso sus ojos en la RFEF que ahora dirige y propuso a Aganzo como sustituto, que fue apoyado por el 98,58% de una Asamblea en la que tienen voto ya casi 11.000 jugadores. Sin embargo, un grupo de afiliados entendió que debía de haber elecciones. Sus democráticas peticiones no fueron atendidas, por lo que de esa escisión nació en 2018 Futbolistas ON, liderada por dos ex de AFE como Juanjo Martínez y Tamara Ramos. Una competencia que siempre ha estado bajo la lupa por estar, supuestamente, apoyada por LaLiga (consensuaron un acuerdo por el que percibirían 400.000 euros en dos años, pero Tebas no responde sus llamadas desde verano). Esta lucha desató muchas hostilidades y duelos
Morientes Ayer llamó a la oposición a Aganzo (mandato hasta 2021) para debatir
en la Audiencia Nacional a raíz de las elecciones sindicales. Pero también aparecieron las agitaciones dentro de AFE: algunos hombres de confianza de Rubiales, como Jesús Peramos (ahora en la lucha por desbancar a Paco Díez de la Madrileña), fueron destituidos de la organización al poco tiempo de llegar Aganzo. Mientras, otros líderes de la anterior cúpula, que eran intocables, comenzaron a ser apartados, a darse de baja y algunos a ser cuestionados por cerrar algunos contratos de manera poco ortodoxa hasta acabar siendo despedidos “por desconfianza” como trabajadores. Sin embargo, mantienen su sillón dentro de una Junta totalmente fraccionada.
Aquellas decisiones comenzaron a alimentar los planes del sector crítico con la gestión de Aganzo. De ahí surgió, en agosto del año pasado, la solicitud de una moción de censura liderada por Xavi Oliva, Queco Piña y Jesule, y las denuncias en los medios de que había más de 600.000 euros sin justificar. Sus mensajes de Whatsapp a los afiliados eran contundentes: “AFE es de los futbolistas, no de una única persona. Basta. Os pedimos que nos ayudes a convocar elecciones...”. Aprovecharon que poco antes este diario también había desvelado una impactante noticia (“Querella criminal de Futbolistas ON a su extesorera, Ana Vila, por sustraer datos clave y filtrárselos a AFE”) que ha tenido su continuidad estos días con la publicación en Marca de una carta en la que Antonio Saiz, que declaró el 18 de octubre por esta investigación como testigo junto a Diego Rivas, reconocía los hechos, se disculpaba por mentir y daba detalles de cómo, supuestamente, AFE sobornó a un administrador público para obtener información de Futbolistas ON. Sin embargo, esa moción no prosperó.
El bando rebelde presentó 1.107 firmas, ajustándose al 10% mínimo exigido, pero AFE no validó 493 de ellas por irregularidades. Aun así, la oposición continuó, y continúa, haciendo su lucha: ya promueve una nueva moción y están recogiendo firmas. El objetivo es que Aganzo dimita y se convoquen elecciones anticipadas. Hay quien considera que esto va mucho más allá de AFE y que tiene que ver con las guerras de poder en las que entran en juego las demás instituciones, con las intenciones de dividir a los futbolistas de cara a las elecciones de la RFEF, donde sitúan a Aganzo cerca de Casillas, con los votos que eso supondría. Lo que pase hoy en AFE será un primer paso de muchos otros en cadena.
Moción II Tras fallar la de agosto, los críticos vuelven a la carga y ya rascan votos