A la piscina 66 días después
Las Selecciones de sincro, waterpolo y la natación, al agua
Aleluya”, escribía Mireia Belmonte en su Instagram con una foto de la piscina descubierta del CAR de Sant Cugat. Una imagen con muchas horas de espera, las que han tenido que aguantar los nadadores, quienes 66 días después han podido volver a nadar en su hábitat. “En los primeros 300 metros tenían que pensar cómo respirar, no se acordaban”, explica Jordi Jou, técnico del CN Sant Andreu: “Luego ya fue mejor. Es como volver de unas vacaciones”.
El primer turno fue a las 08:00. Jessica Vall, Mireia Belmonte, Marina García, Lidón Muñoz, Albert Escrits y África Zamorano inauguraron la piscina y las medidas de seguridad del CAR. “He conducido con mascarilla y guantes. Al llegar, bajé la ventanilla y me tomaron la temperatura. Me han dicho dónde debía aparcar. El día anterior ya me confirmaron que nadara por la calle 4. Hemos hecho todos un calentamiento a dos metros de distancia y nos pusimos a nadar. En total, cuatro kilómetros”, relata Vall.
Los nadadores se entrenarán todos los días y verán cómo el grupo se ampliará con la llegada de los que residen fuera
Adaptación “Al principio pensaban cómo se tenía que respirar”
de Barcelona. Joan Lluis Pons, Alberto Martínez y Jimena Pérez, que pertenecen a los grupos de entrenamiento de Jou y Fred Vergnoux, se incorporarán esta semana. Mireia ya tendrá doble sesión el próximo lunes.
Al margen de la natación, el waterpolo y la sincronizada también han vuelto. La seleccionadora Mayuko Fujiki, con mascarilla, dirigió una sesión individual: las nadadoras se reparten a lo largo del día en la piscina interior de la nueva instalación del CAR. El waterpolo tomó después el relevo de la natación en la piscina descubierta. “Veíamos a las compañeras a dos metros. Teníamos que chillarnos para comunicarnos”, bromea la portera de waterpolo Laura Ester, que estuvo con otras integrantes de la Selección femenina, como Anni Espar, Marta Bach, Pili Peña o Roser Tarragó.
“Es la vez que menos hemos tardado en tirarnos a la piscina. La sensación fue rara, como si el agua pesara, como si fuera un algo compacto”, explica Ester, quien advierte que de momento no pueden “tocar el balón”. “Debo volver a acostumbrarme a estar en la portería”, reconoce la meta, aunque para ello ha intentado en casa hacer ejercicios de reacción y coordinación con una bola de tenis. Por la tarde, acudió la masculina.
“Para mí este es el inicio de la pretemporada 2020-21”, dice Jou. La natación vuelve a la piscina consciente de que su camino a Tokio 2020 es un auténtico desafío.