SnowRunner: un simulador de transporte extremo
Habrá que conducir por Alaska, Michigan y Taymir
SnowRunner es de esos juegos que no es para todo el mundo, su ritmo y su temática no entran por los ojos. Llevar mercancías de un lado a otro, al más puro estilo Death Stranding, sigue teniendo hoy por hoy un público minoritario, aunque eso sí tremendamente fiel. Quienes se iniciaron en la saga (Spintires) allá por el 2017 verán con muy buenos ojos esta nueva entrega. Para los debutantes, es una oportunidad de descubrir un simulador completamente diferente a lo que normalmente aparece en el mercado.
Mecánica simple. La partida tiene una estructura muy simple, se trata de llevar determinado material de un punto a otro. El problema es que el camino no suele estar despejado
■ Precio: 49,99 ¤
■ PS4, XBO, PC y el conductor va a tener que hacer frente a todo tipo de incidencias: carreteras anegadas, obstáculos en la pista, accidentes de otros vehículos... cada viaje es una auténtica aventura y una pesadilla.
A medida que se progresa en el mapa se van abriendo nuevas zonas, los escenarios se ubican en Estados Unidos y Rusia, siendo el de Alaska el más atractivo por sus paisajes, pero también el que presenta más complicaciones por la nieve y el hielo.
Cada detalle importa. En SnowRunner el único enemigo que va a encontrarse el jugador es la naturaleza y cada decisión que tome tendrá un impacto real en la conducción. Elegir mal una marcha, gastar demasiado combustible o tomar a una velocidad inadecuada una curva pueden dar al traste con la misión en curso. Hay que escoger con cuidado qué tipo de vehículo debe afrontar cada reto, atendiendo tanto a la carga que hay que transportar como al estado en el que se encuentra el camino.