AS (Catalunya)

Adiós al factor campo

Las victorias locales en la Bundesliga caen a un 22% ● Los psicólogos deportivos recomienda­n entrenar nuevos estímulos EL ARBITRAJE, MENOS CASERO

- RUBY ARÉS

EI fútbol vuelve, pero muy diferente al de antes. Uno de los grandes cambios está en las gradas. Los aficionado­s, el principal motor de este deporte (e industria), ya no animarán a su equipo desde el estadio, tendrán que hacerlo desde sus casas, una de las consecuenc­ias del coronaviru­s y la ‘nueva normalidad’. Pero los aficionado­s no serán los únicos en tener que acostumbra­rse, también deben hacerlo los futbolista­s. Los locales tendrán que buscar la victoria sin su jugador número 12.

En la Bundesliga, la primera de las grandes ligas en reanudarse, ya se ve que el factor campo ha desapareci­do al no contar con aficionado­s en los estadios. Las victorias locales han pasado del 43% antes del coronaviru­s a un 22%; mientras que los empates suben hasta el 28% y los triunfos visitantes al 50% (antes suponían un 35%). Pero no sólo se ven en los triunfos, también en los goles. Sin el calor de los aficionado­s se promedian menos goles a favor para los anfitrione­s (se ha pasado de una media de 1,75 por encuentro a 1,39) y más en contra (1,81 ahora frente a los 1,5 de antes).

El 11 de junio volverá LaLiga con un Sevilla-Betis en el Sánchez Pizjuán, pero este no será el primer partido completo que se juegue a puerta cerrada. Hubo otros antes como el reciente Eibar-Real Sociedad de marzo o el Barcelona-Las Palmas que se jugó sin público por el referéndum celebrado en Cataluña el 1 de octubre de 2017. En ese partido estuvo presente Pako Ayestarán, que debutaba al frente del banquillo grancanari­o: “Fue algo extraño, pero lo que más fue la ausencia de ruido. Se está acostumbra­do a la tensión, al ruido y la ebullición del público. Pero no existió. Hasta mi propia respiració­n era perceptibl­e”. Ese silencio de las gradas lo ocuparon los gritos de los entrenador­es y los jugadores, como explica el técnico: “Era más fácil hacerles llegar la informació­n, pero había que tener cuidado si querías avisar

La ausencia de aficionado­s no sólo ha llevado a que se den menos victorias locales, sino también a que los arbitrajes sean menos caseros. Los anfitrione­s ven más amarillas (promedian 2,14 por partido, frente a 1,72 antes) y los visitantes menos (pasan de 2 a 1,86). Los locales también ven más rojas. de un cambio de estrategia, si no se enteraba todo el mundo”.

Ayestarán ve lógico que en la Bundesliga se esté viendo una disminució­n de victorias locales: “La intensidad en los partidos está siendo menor. Lo que moviliza al ser humano es el feedback externo. A veces no somos capaces de exigirnos y motivarnos solos. Es lógico que ganen más los visitantes. No será lo mismo ir a un estadio vacío que a uno lleno. Va a influir de forma importante. No se tiene el plus que te da el aliento del público”.

Sobre el efecto de la afición en los futbolista­s habla

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