Primer aviso del vestuario azulgrana a Quique Setién
■ Lo de Luis Suárez al final del partido de Vigo sonó, en términos taurinos y también en generales, a primer aviso para Setién. “Los entrenadores están para algo”, dijo el uruguayo cuando se le preguntó por los problemas del Barça fuera de casa. Pero el mensaje de Suárez a Setién tenía más trasfondo que un enfado puntual. Refleja cierta desconfianza de las vacas sagradas. La que ha existido desde que la directiva decidió poner punto final a la etapa de Ernesto Valverde y, después de intentarlo con Xavi y Koeman, y pensárselo con Pochettino, escogió a Setién, entrenador que llegó, según palabras de Abidal, para “dar un impulso” que no ha sido tal.
Los jugadores del Barça, que habían tenido una relación de bastante complicidad con Valverde, se sintieron señalados cuando Abidal deslizó que algunos se quejaban de que con el Txingurri se trabajaba poco. Eso caló. Tácticamente, pese a autoproclamarse cruyffista, Setién hizo involucionar al Barça en el inicio con un sistema diabólico que tuvo que ser corregido por los jugadores, que pidieron volver a jugar con el dibujo y los automatismos de años anteriores. Setién tampoco ha convencido con declaraciones en las que, involuntariamente o no, ha señalado a algunos jugadores. Los últimos, Arthur y Griezmann.
Quejas Otro mensaje en clave el sábado: “Estábamos destinados a fingir”