Fraile torpedea la fiesta
No pudo ser. El Fuenlabrada aguó el ascenso del Cádiz con una victoria de oficio que le hace dormir en puestos de playoff. Hugo Fraile, desde el punto de penalti, anotó el único tanto del partido que permite a los de Sandoval seguir soñando con cotas altas, mientras que los de Cervera, deberán esperar para celebrar un posible ascenso, que podría llegar hoy si el Zaragoza no gana al Oviedo.
El Fuenlabrada comenzó el partido con las ideas claras. Encerrado atrás y esperando su oportunidad. Un fútbol que no beneficia en absoluto al Cádiz, que prefiere dar la pelota al rival. Aún así, los amarillos empezaron con ganas sabedores que un empate les hacía ascender a Primera. A base de posesiones largas, los de Cervera fueron cercando poco a poco la portería de Femenías. Primero con un buen remate de Cala, con la cabeza, a la salida de un córner, en el que el meta tuvo que lanzarse para blocarlo. Luego, con un lanzamiento de falta de Iza, que se marchó rozando el larguero. No hubo más durante la primera parte. Mucha sensación de peligro de los locales, pero poco acierto.
El guión cambió drásticamente en la segunda mitad. Nada más comenzar, penalti de Cala por mano. Penalti claro. El lebrijano hizo todo lo posible por apartar el brazo, pero no fue suficiente. Hugo Fraile, infalible en esta faceta, no perdonó desde los once metros. Jarro de agua fría para un Cádiz que empezó la segunda parte especulando con el resultado. Tres minutos después, un nuevo penalti, esta vez de Álvaro a Juanma. Nuevo jarro de agua fría para los locales, sin embargo el VAR entró para anularlo por fuera de juego. Respiraba el Cádiz.
Salvarse de un segundo penalti podría haber sido como celebrar medio gol, pero nada más lejos de la realidad. El Cádiz seguía sin reponerse. En el 56’, Nteka, que se está marcando un auténtico temporadón, hizo una jugada individual por la izquierda y asistió a Hugo Fraile en la otra banda, pero desperdició la opción de sentenciar. En tres toques los madrileños se plantaban en la portería rival y siempre con peligro ante un equipo local atemorizado. Cifuentes sostuvo el peligro.
No hubo ni atisbo de mejoría en el bando local hasta los minutos finales. La tuvo Nano, en el 94’, con un remate de cabeza que sacó Nteka en la misma línea. Cala volvió a tener el empate un minuto después, con un remate a la media vuelta, tras un rechace. Paró Femenías, en el suelo, con una intervención magistral. Lo intentaba el Cádiz, pero tarde. No era el día.
El vestuario está fastidiado, algunos más que otros, pero el sentimiento general es ese. Saben que hay más jornadas para conseguirlo, pero era una oportunidad de oro, en casa, queríamos cerrar hoy el ascenso a Primera. No se puede convertir la presión en errores. Eso nos ha costado el partido. Yo, personalmente, estoy muy fastidiado y enfadado”.
Opciones El equipo andaluz subiría hoy a Primera si no gana el Zaragoza