Giménez: “Si hacemos lo que sabemos, irá bien”
“Esta Champions vale lo mismo, queremos ganarla”
EI Atlético trabaja desde el lunes con un único objetivo en mente: llegar en las mejores condiciones a la Champions. Tras unos días de descanso, los jugadores rojiblancos se han puesto manos a la obra preparando el partido del próximo 13 de agosto contra el Leipzig, unos cuartos de final atípicos que se disputarán a partido único en Lisboa. Tras finalizar la sesión de entrenamiento de ayer, Giménez, el tercer capitán, tomó la palabra para dejar claro que el equipo se encuentra muy ilusionado de cara a la fase final del torneo. Un equipo que volvió a contar con Vrsaljko sobre el césped y que mantiene sus esfuerzos en poder tener recuperado a Thomas, que continúa tratándose de una microrrotura muscular.
“Lo que ha pasado a nivel mundial es una lástima. En el fútbol se ha demostrado que en todas las ligas algo ha cambiado y sabíamos que en la Champions iba a pasar, pero vale lo mismo. Es una
Champions, sea como sea o donde sea, vamos a ir a competir, sabiendo que queremos ganarla y haremos lo posible para conseguirla”, señaló Giménez en un vídeo ofrecido por el club.
El Atlético afronta los cuartos como favorito de la eliminatoria, y más teniendo en cuenta que el Leipzig no contará con su goleador Timo Werner. “En octavos nos tocó un rival muy difícil (el Liverpool), pero demostramos lo que somos cuando competimos. El Leipzig tiene un equipo muy ofensivo, con carrileros muy altos, pero con nuestra dinámica, con nuestra intensidad y con nuestra concentración podemos anular sus armas. Si hacemos lo que sabemos hacer, seguramente irá bien”.
Eso sí, ni Giménez ni nadie en el club quiere confianzas. “Será un partido muy difícil, porque todos los rivales de cuartos son muy duros. No hay margen de error, el que cometa menos fallos podrá pasar a la siguiente ronda. El equipo ha vuelto sabiendo que tenía que venir a prepararse de la mejor manera posible, con mucha ilusión y con muchas ganas para afrontar lo que viene ahora. Son pocos días para prepararnos, pero los vamos a aprovechar para encontrarnos con nosotros mismos y con el mejor Atleti”.
Por último, Giménez mandó un mensaje para aquellos que veían al Atlético fuera de la Champions cuando hubo que suspender LaLiga. “Aunque mucha gente no confiaba en nosotros, salimos adelante como un gran grupo, sin grietas. Nos deja felices conseguir eso, el equipo demostró que todos estamos para competir, que todos estamos bien y que competir entre nosotros mismos nos hace crecer como equipo”.
Leipzig “Será un partido muy difícil, todos los rivales de cuartos son duros”
Nadie llega a casa y dice a sus padres: “Cuando sea mayor quiero ser segundo entrenador”
Todas las cosas, desde las más importantes a las menos, viven bajo el peligro de romperse en dos. Quizá nada sea tan resistente que, en un minuto crítico, no se separe para siempre y adiós. En este vaticinio se incluye casi todo: una relación sentimental, una taza de desayuno, una amistad, un papel, un país, una familia, un barco, un equipo técnico. La separación a final de temporada de la pareja que forman Simeone y Mono Burgos, después de tantos años juntos, solo se añade a otras rupturas anteriores. El fútbol es una sucesión de comienzos y finales. A veces el final llega pronto y a veces se demora. Pero llega.
Me temo que en la cabeza de los segundos entrenadores es imposible que no germine el deseo de asaltar el puesto de los primeros. Unos días ocurre porque estos se van, despedidos, o con destino a otro equipo, y ocupan su lugar, y otros porque se van los segundos, en busca de la oportunidad largamente deseada de ser jefes. Digamos que nadie llega a casa de la escuela, suelta la mochila y dice a sus padres: “Cuando sea mayor quiero ser segundo entrenador”. Lo eres porque no hay más remedio. Es un puesto de paso. Para todo hay trámites. Hasta para lavar una taza.
Antes o después se despliega el momento en que te dices “se acabó”. Puede llegar de repente, a las 11:36 a.m. de un martes, pongamos, o después de varios años enviándote avisos semanales de que habría que irse y empezar de cero. Las historias de segundos entrenadores no existen; todas son historias de primeros entrenadores que, en algunos casos, no llegan a serlo nunca. Pero en su cabeza vive solo ese sueño, en el que se desembarazan de su socio y se convierten en El Técnico. Desconozco cómo rompen su relación el segundo entrenador y el primero. Ojalá fuese tan fácil como que uno dice “quiero dejarlo” y el otro responde “ah, vale”, sin necesidad de dar ni oír explicaciones. Porque sí, simplemente. Esa es la síntesis, de hecho, de por qué los segundos entrenadores se separan de los primeros. Porque sí. No hay que precisar más.