Un siglo de furia y toque
Hoy se cumplen cien años del primer partido de la Selección, que vivió su edad de oro en la última década con Casillas, Puyol, Xavi, Iniesta, Silva, Villa...
Tal día como hoy, hace cien años, la Selección disputó su primer partido. Fue contra Dinamarca en los Juegos de Amberes de 1920. Allí se cosechó el primer éxito, la plata olímpica. El oro llegaría en Barcelona 92. En el ínterin, más allá de la primera Eurocopa, en el año 1964, gracias a la generación de Iríbar y Amancio, muchos años de sequía que se rompió con el equipo construido por Luis Aragonés para la Euro 2008.
Muchos años para pasar de la furia al tiqui-taca. Ha sido precisamente en los últimos diez años del siglo que hoy cumple la Selección cuando España ha alcanzado su mejor nivel. Fue indiscutible número 1 de la FIFA durante un lustro y
■ Esos 702 partidos le han servido para ganar el Mundial de 2010 y las Eurocopas de 1964, 2008 y 2012. Además, fue subcampeona en la Eurocopa de 1984, cuarta en el Mundial de 1950 y ganó la plata en los Juegos de Amberes. cerró un ciclo glorioso Eurocopa-Mundial-Eurocopa en el que se batieron todos los récords colectivos e individuales
Las etapas de Luis y de Vicente del Bosque, que consolidó un equipo y una idea, han sido lo mejor que le ha pasado nunca al fútbol español. Ellos forjaron un nuevo estilo de juego, encabezaron una generación irrepetible e inigualable y llevaron a casi todos sus jugadores a encabezar la lista de los mejores en sus respectivos puestos, con Villa disparado como goleador continental, Puyol y Casillas como líderes de las mejores defensas y con el reconocimiento generalizado para Xavi e Iniesta, como arquitectos de un equipo irrepetible en el que tanto lucieron otros como David Silva. Inexplicablemente, sin embargo, ninguno de ellos fue reconocido con el Balón de Oro, una mancha en la historia del trofeo.
De ese equipo maravilloso sólo queda Sergio Ramos, que aspira a llegar a la próxima Eurocopa como capitán de La Roja, e incluso al Mundial de Qatar, en 2022. El central sevillano representa como nadie a los casi 800 internacionales que ha tenido España en su primer siglo de historia. Su espíritu nos representa.