La NBA salva el curso
Los jugadores acuerdan acabar los playoffs después de que la temporada estuviese en el alambre durante horas
Los jugadores de la NBA han votado por continuar con la competición. La decisión se tomó ayer en una de las reuniones más importantes en la historia de la Liga. Desde que los Bucks decidieron boicotear el quinto partido de la primera ronda de playoffs ante los Magic hasta la tarde de ayer, cuando empezó a filtrarse el resultado de la reunión, pasaron casi 24 horas en las que el futuro de la temporada estuvo al borde del precipicio.
Los siete disparos por la espalda a quemarropa de un policía al afroamericano Jacob Blake en Wisconsin, que le han dejado parapléjico de cintura para abajo, provocaron la indignación de todos los estamentos que se encontraban en la burbuja de Disney World: entrenadores, árbitros, directivos, periodistas... Y, por supuesto, unos jugadores que ya pusieron en duda la idoneidad de volver a jugar cuando se desataron las protestas en todo el país tras el asesinato de George Floyd. Esta vez fueron los Bucks los que de forma unilateral decidieron plantarse y no jugar sin avisar a nadie con antelación. Incluso los Magic, su rival, se enteraron minutos antes de comenzar el partido.
Esa forma de llevar a cabo el parón dejó a muchos integrantes de otros equipos descolocados y, aunque públicamente todos apoyaron el gesto, en privado eran varias las voces que no lo tenían nada claro. En la noche del miércoles se produjo una primera reunión de los jugadores en la que todos los equipos menos dos votaban por continuar jugando. Los Lakers y los Clippers eran los únicos que se negaban e incluso LeBron James se levantó de la reunión visiblemente molesto. Pero una serie de charlas más informales entre varias de las estrellas (Tatum, Mitchell, el propio
LeBron...) a lo largo de la madrugada comenzaron a aclarar el panorama.
Pérdidas. Chris Paul, presidente del sindicato de jugadores, y Andre Iguodala, vicepresidente, encabezaron esas negociaciones, en las que se recordó el dinero que estaba en juego (no sólo el de los jugadores) en el presente (los derechos de televisión para la burbuja superan los 1.000 millones de dólares) y en el futuro, con una nueva negociación a la baja del convenio colectivo, en caso de suspender la competición.
El hecho de que las familias de los jugadores comenzarán a llegar a la burbuja en los próximos días también ha ayudado a calmar los ánimos. La idea es la de reanudar la competición mañana, tres días después de que todo quedara en suspenso.
Partidos La intención de los jugadores es volver a las pistas mañana